Lanzaron estas escuelas para el 2015 y hacer de la "lucha contra la inseguridad" la principal consigna de la campaña electoral.
Lo más disparatado de todo es ver estas academias de policías en las universidades públicas del conurbano, como en Lomas, Lanús, Quilmes y San Martín.
Todos y todas con Scioli
Un síntoma importante de cómo el kircherismo ya se enfila para apoyar la candidatura de Scioli 2015 se expresa en las universidades del conurbano.
Por ejemplo la rectora Ana Jaramillo, de la Universidad de Lanús (referente del Movimiento Evita), ha recibido al gobernador en la universidad. En un acto escandaloso frente a 250 efectivos de la bonaerense donde, sin consulta ni votación previa en el gobierno universitario, firmaban el convenio por la apertura de la “locademia de policía” ofreciendo las aulas para capacitar a estos futuros mercenarios a sueldo.
Efectivos y aspirantes a policías transitan libremente por los pasillos de la universidad, uniformados y hasta armados. Se trata de la injerencia de una fuerza del estado en una universidad pública, ¡cosa prohibida después de la última dictadura militar!
De la misma manera ocurrió en la universidad de Quilmes y en la de San Martín, un claro gesto de el ala más progresista del kircherismo en sumarse a la ola naranja para el 2015.
¿Tenés que hacerte rati para entrar a la universidad?
Pero no solo esto, los futuros yutas recibirán un ¡salario mensual de 3200 pesos!. Mientras que la beca para cualquier estudiante corriente no llega ni siquiera a los 2000 pesos anuales. Además de tener cupo limitado, de los miles que cursan solo unos cientos las obtienen después de haber llenado decenas de formularios y cumplir con estrictos requisitos. Evidentemente cualquiera puede entrar a la universidad para ser rati, pero no cualquier hijo de trabajador tiene los mismos beneficios para ser politólogo, enfermero, trabajador social o ingeniero.
Mas Policía, menos inclusión
Scioli es el portavoz oficial de la baja de la edad de imputabilidad, es gobernador de una provincia donde cada 36 horas un policía mata a un pibe por gatillo fácil, es quien designó a Alejandro Granados como ministro de seguridad, promotor de la "tolerancia cero" y la "mano dura". Scioli ahora es respaldado por el kirchnerismo mas progresista que se llena la boca hablando de inclusión.
El presupuesto 2014 de la provincia destinado a "seguridad" fue de casi 15 mil millones de pesos, mientras que para la salud sólo se destinaron al rededor de 12 mil millones de pesos. También en materia de educación la cifra es decadente, el presupuesto es apenas de 18 mil pesos anuales por estudiante, mientras que se destinan 260 mil pesos anuales por policía aproximadamente. En esta provincia 6 de cada 10 jóvenes trabaja en condiciones de precariedad con salarios miseria, y millones están obligados a vivir en barrios miserias, completamente hacinados y sin agua potable. En esta Gran Buenos Aires la palabra inclusión es una mentira.
Scioli, Massa, Grandos y el kirchenrismo son los que buscan hacer de los barrios populares, como denunció Christian Castillo, "una suerte de prisiones a cielo abierto".
La Policía de los DD. HH.: un fracaso
Scioli, respaldado por el kirchnerismo, no es la primera vez que nos habla de una policía de “los derechos humanos”. El intento fue frustrado en el 2006 con la "Policía Bs As 2", ya en aquel entonces los patrulleros utilizaban pintorescas franjas naranjas a los costados, después de los escándalos de gatillo fácil y el manejo de drogas obligaron al gobernador del Frente para la Victoria a incorporar esta fuerza a la tradicional bonaerense borrando con el codo lo escrito a puño.
Pero esta Policía que apenas se está formando ya tiene antecedentes, hace un mes un aspirante de los que van a la universidad a hacerse los "democráticos", agredió verbalmente a una trabajadora del Hospital Allende que por estar de paro se negó a realizarle los análisis "pre ocupacionales". Cuando las trabajadoras de este hospital laburan jornadas de 24 horas y cobran menos de lo que les pagan a los futuros servidores de la ley, tienen que además bancarse a este tipo de agresiones por ejercer su derecho a huelga, demostrando tener el clásico espíritu de sus colegas de la Bonaerense, la Federal o de la Gendarmería de Berni.
Cuando de caudillos se trata...
Insaurralde ya había declarado que: “Los intendentes nos transformemos en nuestro propios jefes de policía", mientras Massa aclaraba “los intendentes ejercerán la conducción orgánica de la Policía de Seguridad Municipal…”
Así de claro es, se trata de aumentar el poder de fuego de los intendentes, verdaderos caudillos en sus tierras, ahora tendrán sus pequeños ejércitos para enfrentar conflictos locales, como por ejemplo cuando le mandaron la bonaerense a los trabajadores del frigorífico Cresta Roja que se concentraban en la puerta de la fábrica para defender sus puestos de trabajo ante la amenaza de cierre de la empresa. Ahora Scioli, tal vez, no tenga necesidad de ensuciarse la mano.
Así los intendentes, como la Metropolitana de Macri, buscarán consolidar estas fuerzas como instituciones propias de las ciudades.
La Policía es la inseguridad
El gobernador bonaerense declaraba: "La inseguridad se ataca con políticas desde el estado" y la rectora Jaramillo aclamaba a "los futuros policías que nos van a cuidar a todos y todas, y a quienes formaremos con conciencia nacional".
Estas policías comunales serán entrenadas por la bonaerense que desapareció a Jorge Julio López, la que cuenta con más de 9 mil efectivos que cumplieron funciones durante la última dictadura militar, con miles de asesinos por gatillo fácil, la que organiza el choreo chico obligando a miles de pibes pobres a robar para ellos, como a Luciano Arruga que se negó y lo terminaron matando. Es la policía que maneja las redes de trata y el narcotráfico. Esta institución re podrida no puede capacitar a alguien en materia de DDHH ni tampoco pude "cuidarnos a todos y todas". Dicen "atacar la delincuencia" cuando ellos son los verdaderos criminales.
La política de nuevas policías comunales tiene el objetivo de aumentar la persecución y el control social sobre la juventud y los sectores más pobres de la provincia, criminalizando a los pibes de los barrios para responsabilizarlos “por la inseguridad”, cuando la bonaerense es una gran corporación que organiza el delito. | 
