En una clara actitud discriminatoria y persecutoria fue echado un empleado del HECA por ser portador de VIH. En el día de ayer trascendió la noticia de que no sólo el empleado fue desvinculado de la empresa, sino que todo el personal del HECA se enteró de los resultados de los exámenes antes de que estos lleguen a sus manos. De manera que se violó uno de los puntos centrales de la Ley Nacional del SIDA que preserva la confidelidad y el respeto hacia la persona portadora. El hecho también es grave ya que viola la confidencialidad médico-paciente y es una clara violación a la ética profesional de la salud.
Diferentes organizaciones se estarán manifestando el lunes 1° de diciembre en las puertas del hospital para exigir la reincorporación del trabajador despedido y repudiar la actitud del director del HECA. En una ciudad que se jacta de poseer los programas más completos e integrales para el tratamiento de las personas portadoras de SIDA, las lógicas discriminatorias y persecutorias se perpetúan, incluso en instituciones estatales como los hospitales. |