Los índices S&P 500 y Dow Jones tuvieron el miércoles su peor caída diaria desde el 9 de septiembre, en el marco de la fuerte crisis política que se desató a partir de reportes de diarios muy influyentes que muestran como el presidente Donald Trump trató de interferir con una investigación federal por los lazos del FBI con Rusia.
El exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI) James Comey dijo en un memorándum que Trump le pidió que cerrara una investigación sobre los vínculos del ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn con Rusia, dijeron reportes de The New York Times y del Washington Post. Otra acusación es que Trump compartió información sensible con las autoridades de Moscú.
Ese es el más reciente problema de una semana agitada en la Casa Blanca, después de que Trump despidió abruptamente a Comey y presuntamente reveló información secreta al Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia sobre una operación planificada contra Estado Islámico.
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Los hechos intensificaron las dudas sobre si Trump podrá cumplir sus promesas de recortes tributarios que están dirigidos a las grandes empresas y sectores más ricos, menor regulación financiera y estímulo fiscal. Esos compromisos habían ayudado a impulsar un repunte que llevó a Wall Street a niveles récord después de su triunfo electoral, algo que muchos analistas consideraban como una tendencia “casi blindada” frente a los sucesos políticos. Algo que empieza a cambiar.
La ola de ventas se aceleró cerca del cierre de una de las jornadas con mayor volumen de operaciones en meses y los tres principales índices terminaron cerca de mínimos de sesión.
Tanto el Dow Jones como el S&P 500 cayeron bajo sus promedios de movimiento de 50 días por primera vez desde fines de abril. El S&P comenzó la sesión con una baja de un 0,74 por ciento, su mayor descenso desde el 30 de marzo del 2009, cuando abrió con un retroceso de un 0,84 por ciento.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 372,82 puntos, o un 1,8 por ciento, a 20.609,93 unidades; mientras que el S&P 500 bajó 43,64 puntos, o un 1,82 por ciento, a 2.357,03 unidades. El Nasdaq Composite, en tanto, retrocedió 158,63 puntos, o un 2,57 por ciento, a 6.011,24 unidades.
El Nasdaq registró su mayor declive diario desde el 24 de junio, después de que Reino Unido votó por abandonar la Unión Europea, al igual que los sectores financiero y de tecnología del S&P. El sector financiero cedió un 3 por ciento, mientras que el tecnológico perdió un 2,8 por ciento.
El subsector bancario del S&P se hundió un 4 por ciento, liderado por el desplome de un 5,9 por ciento de las acciones de Bank of America y la caída de un 3,8 por ciento de los papeles de JPMorgan.
Otras de las principales plazas financieras del mundo también tuvieron fuertes caídas. La bolsa de Londres terminó en retroceso del 0,2%; la de Milán perdió un 2,3%; la de Fráncfort bajó un 1,35%; la de Madrid descendió un 1,8%; y la de París cedió un 1,6%.
En Tokio la bolsa bajó 0,5% debido al fortalecimiento del yen frente al dólar e influenciada por el clima político estadounidense. El índice Nikkei de los 225 principales valores cedió 104,94 puntos, a 19.814,88 puntos.
En el marco de una fuerte crisis política de la administración Trump, Wall Street se hizo sentir con bajas considerables en sus principales índices. Hasta el momento, la bolsa venía en una ola de subas y negocios que desbordaban el optimismo de los inversores y varios analistas.
Sin embargo, esta fuerte caída podría quitar el dulce sueño de la bolsa y ser una señal de alerta del gran capital frente a la creciente incertidumbre que abre la nueva presidencia y, en particular, las dudas que emergen sobre su fortaleza política para llevar a cabo las promesas de campaña dirigidas a las corporaciones y al mundo de las finanzas. |