Durante el pasado fin de semana en diferentes municipios de Oaxaca, trabajadores de las cadenas comerciales Wal Mart, Bodega Aurrera y Sam’s Club realizaron paro laboral de 24 horas bajo la justa exigencia del pago de utilidades. Los trabajadores cerraron las tiendas al recibir raquíticas cantidades como parte del pago de utilidades que les corresponde cada año; en algunos casos los trabajadores recibieron 73 centavos y en otros de 330 pesos, cuando las ganancias de estos cadenas comerciales son millonarias diariamente.
Sumado al reclamo por el pago de utilidades se manifestaron por mejoras laborales como transporte nocturno, mejor equipo de trabajo, cambio de gerente y capacitación de los mismos. Consideran que es una burla que les quieran entregar una cantidad que no equivale ni al salario de un día de trabajo.
Guerrero y Michoacán se suman
Desde el domingo doce tiendas del grupo Walmart en seis municipios de Guerrero también fueron cerradas por sus empleados reclamando pago de utilidades que varió desde los 30 hasta los mil pesos, siendo que las ganancias que generan en un día van desde un millón 800 mil pesos hasta más de 3 millones 500 mil pesos.
Según detalla una publicación del diario La Jornada, en Chilpancingo, una comisión de empleados dijo en Radio Universidad Autónoma de Guerrero que “desde las 7 horas trabajadores de Walmart, Aurrerá norte y sur y Sam’s no abrieron las tiendas.”
Empleados en Michoacán también cerraron tiendas reclamando además del pago de utilidades, un aumento de sueldo. Explicaron que el 27 de mayo volverán a convocar a una jornada de protestas en todo el país por mejores condiciones laborales.
También se señala que aunque el pago de utilidades varía por empleado según el número de días laborados, este año fue claramente el mínimo. A comparación del año pasado un trabajador recibió 2 mil 500 pesos; en 2017, con el mismo numero de horas y días trabajados, recibió sólo 400 pesos.
La excusa de los empresarios
Mientras los trabajadores desarrollan este tipo de acciones y protestas, recuperando los métodos de la clase trabajadora -como el paro- para lograr arrebatarle a la patronal sus derechos y conquistar mejores condiciones de trabajo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) cumple la función de lavarle la cara a los dueños y empresarios millonarios.
Recientemente, Arturo Beteta del Río, presidente de la Coparmex Metropolitana declaró que “al menos 15 % de sus empresas afiliadas han tenido problemas para realizar el pago de utilidades; sin embargo, la mayoría ha cumplido con la ley”.
Cínicamente se reconoce que en el caso de algunas empresas no se podrá dar el pago de utilidades por la “crisis” que enfrentan algunas empresas, “ya sea porque la cobranza se haya retrasado o tengan otros pendientes”. Sin embargo, no funciona de la misma manera para millones de trabajadores; son las empresas quienes diariamente aplican “cero tolerancia” en las fábricas o centros de trabajo, son los dueños de estas empresas las que controlan al máximo el tiempo del trabajador en beneficio de sus intereses y de las jugosas ganancias diarias que deja la fuerza laboral.
Por ello, es necesario apostar al paro o a la huelga como método de lucha para no solo evitar abusos laborales, sino conquistar plenos derechos laborales, que sólo podrán ganarse con la lucha y unidad entre los diferentes sectores de trabajadores en el país. |