La policía británica identificó este martes al atacante suicida que causó la muerte de 22 personas y cientos de heridos, en un atentado a la salida del concierto que Ariana Grande realizó en el Manchester Arena.
Se trata de Salman al Abeidi, que nació en Manchester y es hijo de una pareja de refugiados libios que huyeron de ese país cuando era gobernado por Muamar Al Gadafi, informó la agencia Efe según fuentes de Seguridad de Trípoli.
El Estado Islámico (EI) se adjudicó el ataque, como una venganza contra "los cruzados", aunque aún quedan dudas si el atentado fue organizado previamente con conocimiento del EI.
Luego del atentado la Primera Ministra británica, May, se reunió de emergencia con jefes de seguridad e inteligencia, cuando quedan menos de tres semanas para una elección general en Reino Unido.
"Todos los actos de terrorismo son cobardes (...) Pero este ataque se destaca por su horrenda y repugnante cobardía al apuntar deliberadamente contra niños y jóvenes inocentes e indefensos que debían estar disfrutando una de las noches más memorables de sus vidas", dijo la primera ministra británica.
Los oficiales allanaron también lugares en el distrito de Fallowfield, donde hicieron una explosión controlada. Testigos en el distrito de Whalley Range dijeron que policías armados cercaron un bloque de departamentos en una calle usualmente tranquila.
El ataque del lunes fue el más letal en el país desde que cuatro británicos, que practicaban la fe musulmana, causaron la muerte de 52 personas en actos coordinados con bombas contra el sistema de transporte de Londres en julio del 2005.
Varios gobiernos desde Estados Unidos hasta Japón evaluaban reforzar la seguridad en teatros, estadios deportivos y centros de eventos tras el hecho.
Los principales líderes de las potencias mundiales condenaron el atentado y llamarón a reforzar la “lucha contra el terrorismo”.
El presidente de Estados Unidos envió un mensaje desde su cuenta de twitter a “Todas las naciones civilizadas deben unirse para proteger la vida humana y el sagrado derecho de los ciudadanos a vivir en seguridad y paz”. El mensaje de Trump fue realizado a poco de finalizar su visita a Israel, Estado que es responsable de ataques y violaciones a los derechos del pueblo palestino.
Las declaraciones de compromiso realizadas por Trump y otros líderes de las potencias occidentales buscan ocultar las consecuencias de la llamada “guerra contra el terrorismo” y de las políticas imperialistas de Estados Unidos y sus aliados, de las guerras y ocupaciones militares de Siria, Irak y Afganistán, del racismo y la islamofobia alimentada desde los estados del occidente “democrático”, que condena a la marginación y la humillación a los jóvenes de origen de musulmán. | 
