Fotografía: DyN
Don Ángel fue jugador, docente y entrenador. Sus equipos tenían su sello: el buen juego. Arrancó como marcador de punta en Central en la década del 50 y su último trabajo como DT fue justamente allí, en 2005 (ese año incluso fue nombrado con el título de “Ciudadano ilustre” de Rosario). Tuvo varios ciclos en la institución. Es el técnico más ganador de la historia del club: consiguió el Nacional de 1980, en una recordada final con el Racing de Córdoba del Coco Basile; logró el torneo de primera división del 86/87, con un electrizante sprint final contra Newell’s, Independiente, Boca y San Lorenzo, y obtuvo la Copa Conmebol de 1995, en una final muy memorable frente al Atlético Mineiro. Lo dirigió nada menos que en 607 ocasiones. Y partió justo el día en que Central jugaba la final de la Copa Argentina y en el que Roberto Fontanarrosa hubiera cumplido 70 años…
Zof tenía una filosofía innegociable e inquebrantable: que para ganar, sus equipos trataran bien a la pelota y jugaran bonito. Un profundo compromiso conceptual. A eso le añadía la excelente preparación física que le daba a su plantel. Sencillo y claro, reivindicaba un fútbol honesto y sin trampas. Se mantuvo ajeno a las transas y a las malas artes y miserias del fútbol criollo. Y era bien clásico en sus planteos futboleros.
Desde las divisiones inferiores a los profesionales su trato era ameno, cordial y sin hacer ningún tipo de diferencias. Siempre le dejaba una enseñanza a sus dirigidos. Además, como el otro gran Ángel del fútbol argentino (Labruna, también campeón con la divisa centralista en 1971) poseía un avizor "ojo clínico" para descubrir y elegir jugadores: hizo debutar en primera a Omar Palma, a Juan Antonio Pizzi, a José Chamot y a Ángel Di María, entre muchas otras figuras y cracks.
Todavía por Rosario se recuerdan y quedan en la retina de multitudes sus viejos y queridos equipos de "memoria" de los años 80, de lo bien que jugaban y de los espectáculos que desplegaban en el "verde césped". Por ahí andaban, por ejemplo, el Patón Bauza, el Pato Gasparini, Alejandro Lanari y el Pichi Escudero, entre muchísimos más.
Y es que en estos tiempos se lo va a extrañar bastante. Se lo va a recordar seguido. Porque con don Ángel se fue no sólo un ídolo y un emblema "canalla", sino de absolutamente todo el fútbol argentino. |
