Ficción: Una serie que retrata la política, la corrupción y el poder
Este 30 de mayo está programado el regreso de la controvertida historia de Frank Underwood (Kevin Spacey) y su esposa Claire (Robin Wright) en su ambición por alcanzar y conservar el poder en la alta política norteamericana.
Tras no ser considerado para Secretario de Estado, dentro del gabinete del presidente Garrett Walker, Frank -Majority Whip del Partido Demócrata comienza su plan para alcanzar la presidencia de los Estados Unidos. Acto que concluirá con un impeachment político y la ascensión de Underwood.
Para esta nueva temporada se espera la conclusión de una nueva campaña electoral donde Frank postula a la presidencia y Claire a la vice-presidencia a pocos días de que se destapara el escandaloso plan de los Underwood para derrocar al expresidente Walker mientras Frank utiliza la “guerra contra el terrorismo” como excusa para desviar la atención de la política interior.
Apoyándose en la decepción de amplios sectores de la población Norteamérica con los partidos tradicionales, la serie -basada en la novela inglesa homónima- ha sido todo un éxito llegando a recibir 2 premios globos y 7 premios Emmy. Sin embargo, hubo algo que los productores de la premiada serie no consideraron, el surgimiento de un competidor que supera el guion de la serie: La realidad.
Realidad: La inestabilidad política en EEUU
El escenario en el gobierno norteamericano ha estado marcado por múltiples polémicas desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Trump, sin ser un hábil político como su contraparte de ficción, ha generado una gran tensión tanto en la política interior como exterior. Mientras es investigado en Estados Unidos por sus relaciones con Rusia y la exigencia de un impeachment tras el despido del director del FBI que muestran las divisiones en el seno del Partido Republicano y al interior de la misma clase dominante; en el exterior el lanzamiento de la “madre de todas las bombas”, las tensiones en la península coreana y su última gira internacional ha incrementado la incertidumbre en las relaciones con las grandes potencias.
Por otro lado, la profunda crisis política del gigante de Sudamérica es comparado muchas veces con la galardonada serie. Tras el golpe blando a Dilma Rousseff en Brasil, que concluyo poniendo a Michel Temer en la presidencia, los empresarios y el gobierno han impulsado un importante paquete de reformas que incluye la reforma a las jubilaciones y la reforma laboral que vienen a cargar la crisis económica de Brasil en los hombros de los trabajadores. Los escándalos de corrupción que involucran a Michel Temer con su famoso anuncio “¡no renunciare!” han sido respondidas por potentes movilizaciones en las principales avenidas del país.
Los paralelos con la realidad no han pasado desapercibidos por los productores de la serie ya que se puede observar alusiones claras a la realidad en sus trabajos. Uno de estos guiños se dio el 11 de enero cuando Donald Trump fue nombrado presidente, ya que, en simultaneo fue liberado el primer teaser de la quinta temporada con un tono bastante sombrío. |