Este 1 de junio la presidenta Bachelet realizará la última cuenta pública de su mandato. Tras 4 años de gobierno no hay cuentas alegres respecto de las expectativas que despertó al llegar a la Moneda.
Diversas reformas fueron las que le dieron piso a Bachelet para ser electa, teniendo que realizar una “retroexcavadora” sobre el tema educacional, laboral y pensiones, entre otras. Sin embargo, en el camino las reformas esperadas terminaron sin conformar a nadie, transformándose en un mero esbozo de los proyectos iniciales.
La reforma laboral, que comenzó a implementarse este año, no terminó siendo ni la sombra del proyecto original, dejando disconforme a todo el mundo sindical ya que no transformó ningún punto central del odioso Código del Trabajo.
La reforma educativa, aún cuando un sector que logró optar a la gratuidad, tampoco calmó las demandas del movimiento estudiantil al no tocar el mercado educativo asegurando la educación gratuita y el fin del financiamiento a los privados.
La reforma constitucional queda fuera de su mandato, pudiendo solo dar cuenta de un proceso de consultas con diversos encuentros que finalmente fueron sintetizados por un panel de expertos y tecnócratas. Según el plan del gobierno actual la nueva constitución quedará en manos de los mismos de siempre, encerrada en las puertas del Senado.
Así, ha sucedido con cada una de las reformas. Ante cada intento de cambio, los empresarios y la derecha golpeaban la mesa a lo que el gobierno inmediatamente retrocedía dejando un híbrido en cada una de las reformas.
En esta nueva cuenta pública no hay mucho que esperar, este año electoral probablemente el centro sea la necesidad de dar continuidad al proyecto del gobierno de la Nueva Mayoría, sin tocar un pelo de los empresarios cargando los despidos y la crisis económica sobre nuestras condiciones de vida.
Pero este 1 de Junio, los planes del gobierno y los empresarios debemos enfrentarlos en las calles, tal como lo llaman los estudiantes del CONFECH (que aglutina a las federaciones de estudiantes universitarios), llamado al que respondieron desde la CONFUSAM y el Colegio de Profesores.
Por que nuestras vidas valen más que las ganancias de los empresarios, todos y todas tenemos que estar este 1 de julio en las calles para repudiar la cuenta pública del gobierno y prepararnos para enfrentar a la derecha y los empresarios que quieren profundizar la explotación y el agobio que viven miles de trabajadores, mujeres y jóvenes. |