La propuesta de Kumamoto determina que en año electoral el presupuesto se aplique con la fórmula que arroje multiplicar el 65% de la Unidad de Medida de Actualización (UMA), por la cantidad de votos válidos emitidos, que haría posible disminuir en más de 60% los fondos que ahora reciben los partidos políticos.
Respecto al año no electoral, el presupuesto se obtendrá de multiplicar el 20% de la Unidad de Medida de Actualización (UMA) por el total del padrón electoral.
Esta resolución fue producto de conciliar las propuestas de Kumamoto y del Ejecutivo estatal, encabezado por el gobernador Aristóteles Sandoval; este último apostaba a desaparecer el presupuesto a partidos en años en los cuales no se realizaran comicios.
Según un ejercicio realizado por el equipo de Kumamoto, con estas fórmulas el presupuesto de financiamiento para partidos con registro en 2017, que es año no electoral, hubiese sido de 80.6 millones de pesos; en 2018, que es electoral, podría ser de 199.8 millones.
De acuerdo con el equipo del diputado independiente, el ahorro de los tres años de 2017 a 2018, sería de 556,019,000 pesos, es decir, el financiamiento total se habría reducido en 60.63%.
En esta nota planteamos que “el objetivo del diputado independiente con esta medida es “reconquistar” a los partidos, como el PRI, el PAN y el PRD, entre otros. Los mismos que mostraron una y otra vez que están al servicio de los empresarios. Que son responsables de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y de la aprobación de las reformas estructurales, como la educativa y la energética. ¿Pueden ser reconquistados para las mayorías, con ésta u otras medidas? Evidentemente no. Son los mismos partidos que garantizan el saqueo del país por parte de las trasnacionales, los que ante la movilización popular cierran filas para preservar la estabilidad de las instituciones.”
Al respecto, sostuvimos que esta iniciativa podía ser abrazada por los partidos del congreso, como una forma de lavarse la cara y recomponer su imagen hacia las elecciones de 2018, como efectivamente sucedió.
Por eso, ante a los partidos al servicio de los empresarios, lejos de “reconquistarlos”, los trabajadores y la juventud necesitamos una organización política que luche por nuestros derechos, contra los capitalistas y su democracia de los ricos.
Es así que llamamos a impulsar una gran campaña unitaria exigiendo que todas las organizaciones de trabajadores, de izquierda y democráticas, así como los luchadores sociales, puedan participar de la política nacional y presentarse sin ningún tipo de restricción a las elecciones en cualquier cargo de representación popular, con iguales tiempos de acceso a los grandes medios.
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