La Intervención artística "Criminalizan las manos de la protesta" sea realizó al culminar el acto contra la persecución a legisladores del FIT y dirigentes sindicales de la provincia por participar de las acciones realizadas en el marco del Paro Nacional del pasado 6 de Abril.
De gran importancia la significación que acompaña a esta intervención artística, dada la gravedad como lo es el caso sin precedentes que se ha dado en la justicia argentina, al pretender desaforar a legisladores por acompañar a los trabajadores y trabajadoras en sus luchas.
La obra de arte protagonista fue "Las manos de la Protesta", del autor Owaldo Gayasamín, de la colección la Edad de la Ira, de 1945.
En la Edad de la Ira, una de las colecciones más importantes es la serie de “Las Manos” y dentro de ella, las manos de la protesta es de vital importancia porque resume la actitud del ser humano frente a la injusticia del que todo tiene: Manos Insaciables y de la mayoría de la humanidad que no tiene nada: Manos del Mendigo, luego de pasar por las manos de la oración, del miedo, etc, a la sociedad marginada injustamente, lo único que le queda es la protesta.
Partiendo de esta referencia de gran significado como lo es esta obra de arte que acompaño el acto, en torno a ella, es que se convocó a voluntarios a recostarse en el piso, alrededor de la imagen. Una vez en el piso y tomadas de las manos, se colocaron diarios en las caras de los voluntarios.
Se representó de esta manera, la “muerte simbólica de la protesta”, de la voz del pueblo que pretende ser acallada bajo una medida que data de la época de la dictadura y que genera una muerte violenta de los lamentos de aquellos que son marginados, que necesitan, que buscan y que cuya única arma frente a la injusticia y a la cruel realidad reclaman…la muere simbólica de los que son silenciados junto con los legisladores que los acompañan, la muerte simbólica de lo único que le queda a un pueblo que no quiere ser sometido y lo único que le queda, es la PROTESTA...
Acompañó en esta las palabras de la poeta Nora Bruccoleri, durante el trascurso de la puesta en escena, que dio lugar al cierre de la misma con una gran reflexión: “El arte es un arma cargada de futuro”
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