Por ahí se caiga en la típica frase ’hoy es un día muy triste’.
Pero es que no encontramos, de verdad, otras palabras
para empezar a decir lo que sentimos.
Hoy es un día muy triste.
Y ayer, cuando nos enteramos.
Y mañana.
Seguramente haya muchos más días tristes.
Hasta que Ezequiel nos vuelva a acompañar,
desde ese gran compañero y amigo que fue
y no desde este dolor inmenso que hoy sentimos.
Es imprescindible hablar de él, de su lucha,
su solidaridad, su compromiso en cada cosa que hacía.
Él empezó como preceptor en nuestra escuela,
mientras terminaba su tan querida carrera de Sociología.
Y se ve que le gustó la escuela, porque volvió
y empezó a dar clases
y a tomar este espacio de la docencia
no sólo para enseñar a sus alumnos
sino también porque sentía
que con muchos compartía,
además de un lugar de trabajo,
uno también de lucha.
Un lugar donde la militancia era posible,
donde más allá de las diferencias que pudiéramos tener,
se sabía que los debates eran con respeto, cariño
y compartiendo las mismas ideas, en definitiva.
Tipo alegre, sensible, muy valorado y querido
entre todos nosotros, sus amigos
y sus compañeros de militancia en el PTS.
Se te va a extrañar, Gordo
(como te decíamos cariñosamente).
Sos de esas personas imprescindibles
para hacer girar la rueda,
la rueda de la escuela,
la rueda de la lucha,
de la educación.
Acá la seguimos
¡Hasta la victoria siempre!
Tus compañeros de la secundaria 2 de Punta Lara |