“Debemos avanzar para que la migración se convierta en una opción y no en una necesidad”, señaló el presidente Enrique Peña Nieto. Agregó “En el caso de la migración, acordamos trabajar de manera corresponsable. México reiteró su disposición para reconocer las contribuciones de los migrantes al desarrollo y proteger sus derechos sin importar su condición migratoria”.
Mayor cinismo imposible proviniendo de boca del presidente que implementó el Programa Frontera Sur, por orden del anterior presidente estadounidense, el demócrata Barack Obama. Un plan destinado a impedir el viaje de los migrantes centroamericanos que van a Estados Unidos vía México, con el redoble de la criminalización y persecución de los migrantes en la frontera sur por parte de la policía, el Ejército y los agentes migratorios.
Según el parte oficial, los mandatarios de Guatemala y México se comprometen a combatir toda forma de discriminación y atentados contra los derechos humanos de los migrantes. En ese sentido, resolvieron la elaboración de un documento sobre movilidad laboral generar empleos destinados a para quienes viven sobre todo en la franja fronteriza entre ambos países.
Por su parte, Jimmy Morales, el presidente anfitrión, en rueda de prensa señaló que si bien la cifra de retorno de ciudadanos guatemaltecos ha disminuido, “solicitamos que estos procesos (de repatriación) se realicen de forma más ágil, en la medida de las posibilidades” del gobierno mexicano.
Los gobiernos vecinos firmaron cuatro documentos bilaterales de cooperación en materia académica, para promoción del comercio y la inversión, sobre colaboración en materia de garantías inmobiliarias y de cooperación técnica entre el Instituto de Seguridad de Social de Guatemala y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Mientras transcurría la gira de Peña Nieto, en la frontera sur de Campeche, unas 120 familias de campesinos guatemaltecos instalaron un campamento. Fueron desplazados por el Ejército guatemalteco.
Proceden de la comunidad de San Andrés en Laguna Larga, Municipio de La Libertad en Petén, Guatemala. Luego del anuncio de un desalojo masivo fueron desplazados por un operativo de más de mil efectivos de la Policía y el ejército de Guatemala. Distintas organizaciones de derechos humanos han denunciado que se está ante una crisis humanitaria. |