En el día de ayer las enfermeras del Hospital Ángel Marzetti fueron recibidas por la intendenta local Marisa Fassi (FpV-PJ). Fueron muchas las peripecias que tuvieron que pasar las trabajadoras de la salud para llegar a esta instancia. Con veinte días de acampe soportando el frío y las heladas de la mañana, manteniendo el acampe con gran esfuerzo fuera del horario laboral, las enfermeras mantienen la pelea por el bono prometido por el director del hospital Federico Pequeño, para poder paliar el mísero sueldo de 7000 pesos.
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La semana anterior habían sido presionadas por la abogada de la municipalidad Susana Giuliano y la abogada del hospital Brenda Rodriguez a levantar el acampe para poder ser recibidas. Totalmente inaceptable. Así las cosas, durante los últimos días les confirmaron que serían recibidas igual por la intendenta, pero sin sus representantes gremiales.
Ayer por la mañana las enfermeras se hicieron presentes en el municipio. Un grupo de tres enfermeras votadas por sus compañeros entraron a la reunión. Junto a la intendenta se encontraban las abogadas Giuliano y Rodriguez, el abogado asesor municipal, y el secretario de gobierno Emilio Contreras.
Luego de varios intercambios, el planteo del municipio sigue siendo el mismo. Desconocen el bono prometido por el Dr. Pequeño, e insisten en que retiren el acampe "para poder darle continuidad a la Mesa Paritaria local". Con esta condición, luego de 30 días podrían volver a hablar. Una chantajeada.
Vamos a reforzar las medidas de protesta
Sin llegar a ningún acuerdo, las enfermeras afirman que "lo que nosotras estamos realizando es una protesta civil, fuera de nuestros horarios de trabajo. Sin embargo, la situación es insostenible. Nos mienten en la cara." Entre la indignación y la bronca, no dan el brazo a torcer y aseguran que "vamos a reforzar las medidas de protesta. Hasta ahora fuimos pacientes. No nos hicimos presente en Uribe el fin de semana donde podríamos haberle hecho pasar un calor a la intendenta. Ni tampoco en Máximo Paz donde inauguró obras de gas. Pero a partir de ahora vamos a endurecer las medidas. Todos los vecinos y los trabajadores de la zona sabrán la situación que estamos pasando. Hoy, simbólicamente, ya instalamos una nueva carpa.".
Esta pelea por un sueldo digno se transformó en una pelea testigo en la zona. Demostrando que con la unidad de los trabajadores, con métodos democráticos de discusión, y llamando a la mayor solidaridad de la comunidad, se puede dar pelea. Una pelea que como dicen ellos, es de todos.
Llaman a la mayor solidaridad. Agradecen leña particularmente. |