Fue organizada por un grupo de jóvenes mineros, sobrevivientes y familiares de YCRT en las instalaciones de la sede de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.
Pasadas las 18 horas de la tarde comenzó la actividad con la participación de los nuevos músicos que se solidarizaron desde sus canciones Ariel Arroyo, Alexis Miranda y Lito Paredes con sus respectivas bandas. Luego se proyectó un video con imágenes cronológicas de la historia de Río Turbio, la lucha minera, la solidaridad de los docentes, las toma de mina de 1994, 1998 y 2001, la marcha en caravana a Río Gallegos donde los mineros fueron con sus familias y la comunidad apretados en camiones, la lucha de las mujeres acompañando a los mineros en la toma de mina, la toma de la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Cruz en el 2002, la histórica marcha en Río Gallegos con miles acompañándolos hasta llegar al fatídico día del crímen social. Volver a ver esos momentos no es fácil para quienes presenciamos aquellos tristes días de junio. Sobre todo impacta ver esas imágenes a algunos de los mineros fallecidos como a Silverio Méndez encabezando la columna minera o al chileno Víctor Hernández hablando de que no existen las fronteras cuando los trabajadores luchan. Hay que recordar que todas ésas imágenes corresponden a la lucha que se dio contra el vaciamiento perpetrado por la privatización de la empresa minera que Néstor Kirchner como gobernador de Santa Cruz apoyó fuertemente y muchas veces atacó a los mineros que protestaban con discursos anti obreros, para apoyar al testaferro Sergio Taselli quien es uno de los máximos responsables de la muerte de los mineros y sigue plenamente impune por la Justicia.
Participaron también dos docentes Báez y Barboza de la universidad aportando informes sobre cómo impactó en la comunidad de Río Turbio el accidente del 2004, la complicidad de los funcionarios con la desidia estatal, las denuncias de los mineros ante el desguace de la empresa y el latente peligro que corrían las vidas de los trabajadores, el golpe sicológico que sufrieron los sobrevivientes y sus familias y por último como trataron de tapar la complicidad del testaferro Sergio Taselli y la gobernación del Frente Para la Victoria en aquellos años.
Luego habló uno de los sobrevivientes del terrible crimen social Juan Carlos González reivindicando la lucha de sus compañeros y entre otras palabras dijo:
“Más allá de rememorar y recordar el pasado, de cómo se luchó y los luchadores de la mina, a veces subiéndose a la caja de un camión, tomando la mina, tomando la Cámara de diputados, de tantos políticos que a veces vienen y nos palmean la espalda, recomendándonos que votando a ellos nos va a traer la seguridad o traer una vida digna para todos nosotros y sin embargo cuando realmente los necesitamos nunca están con nosotros. Siempre tenemos que pagar todo nosotros, pagamos con muerte, pagamos con lucha, con huelga de hambre y con un montón de cosas que son muy dolorosas para los trabajadores, siempre tenemos que estar pisoteados por quienes nos conducen. También quiero hacer un homenaje a mi amigo del alma Silverio Méndez que lo perdí aquel día y por más que tuviera amenazado o cuando lo demandaron con dinero, cuando él cobraba dos pesos con cincuenta y siguió con la frente en alto luchando hasta que dejó la vida ese día. Yo lo perdí a él y a todos mis compañeros que éramos como hermanos”
A continuación habló Ramón Páez afirmando que es importante tener memoria es la voz de los pueblos y Río Turbio es un pueblo carbonero y a fuerza de lucha mantenemos esa identidad. Agradeció a los nuevos compañeros mineros que organizaron el homenaje pidiendo que no permitan que les ocurra, lo que a la vieja generación les ocurrió, porque el fantasma de la década del 90 hoy vuelve y es necesario no cometer los viejos errores.
Hay que destacar que hoy la empresa YCRT está bajo la administración de Omar Zeidan del gobierno nacional de Mauricio Macri y a tono con la gestión del menemismo de los años noventa.
Ya finalizando subieron un grupo importante de jóvenes mineros al escenario y con las luces apagadas empezaron a prender cada una de sus lámparas mineras a medida que nombraban cada uno de los catorce mineros que murieron, y en ese instante es difícil no emocionarse.
El homenaje cumplió con su objetivo que fue mantener viva la memoria de lucha de los mineros, sobre todo demostrar que no es en vano la historia de los viejos mineros del carbón y hay una nueva camada de mineros que toman su legado para seguir luchando y lo expresan desde los discursos la música y sus lámparas. Eso es plenamente reconfortante.
