Desde el 2012 suman ya 35 periodistas asesinados por denunciar las condiciones de vida de la clase trabajadora, la violencia y los contubernios entre los grupos del crimen organizado y los políticos de los partidos patronales.
Hasta este momento la investigación por el asesinato no ha arrojado ninguna información, ninguna línea de investigación (diferente al supuesto robo del automóvil en que viajaba Javier Valdez) o implicado en el crimen. La indagatoria esta siendo realizada por la PGR, que en un giro desesperado ahora ofrece una recompensa de más de 9 millones de pesos por cualquier dato que lleve a los asesinos de los 6 periodistas ultimados en lo que va de 2017, oferta que no ha arrojado ningún resultado hasta el momento.
Entre las líneas de investigación descartadas por la Fiscalía Estatal y la PGR se encuentra el trabajo de su octavo libro que se titularía “Narco ejército” en el cual revelaría los nexos entre el narcotráfico y las fuerzas militares en uno de los estados más azotados por el crimen organizado. Griselda Triana, viuda del periodista y escritor, asegura que ésta es una de las razones por las cuales fue asesinado.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha realizado un llamado, donde pide no sólo que exista y se garantice una verdadera protección a los periodistas, sino que los casos de homicidio no queden impunes.
Por tal razón diferentes personalidades del periodismo y organizaciones sociales y de derechos humanos se han dado a la tarea de convocar a una movilización durante este jueves 15 de junio en la Ciudad de México, frente a la Procuraduria General de la República, donde realizan un mitin con la participación de por lo menos 500 personas para exigir nuevamente que se haga justicia y repudiar el asesinato de Javier Valdez junto a otros periodistas.
Durante el acto, la Red de periodistas del noreste, denunciaron que en Tamaulipas y el norte del país, el trabajo de periodismo está siendo constantemente censurado, hostigado, con cientos de desaparecidos y asesinados. Además hay un claro indicio que muestra que por su labor los crímenes contra periodistas son orquestados por el narco y bajo la permisión de las autoridades locales y federales.
También estuvo la participación de Ezequiel Flores, del semanario Proceso de Guerrero, quien denunció que después de la masacre contra los normalistas de Iguala, se ha vuelto uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo, contando desde ese entonces por lo menos 7 asesinatos de periodistas y luchadores sociales en el último periodo.
Por su parte el colectivo de periodistas amenazados en Veracruz durante el gobierno de Javier Duarte, denuncia que ninguna instancia dio seguimiento a la investigación de Rubén Espinosa. La impunidad es la que impera en el país contra los que trabajan todos los días por acercar la realidad a millones de personas.
Finalmente, se tiene registro que en Sinaloa, Griselda Triana viuda de Javier Valdez encabezó una marcha que recorrió las calles de Culiacán para exigir justicia y el esclarecimiento del asesinato político de su esposo. | 
