Una nueva declaración desde el gobierno estadounidense buscando sumar presión regional para una mayor injerencia sobre la crisis que atraviesa el gobierno de Nicolás Maduro.
En este caso el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, indicó este viernes que "El presidente sigue enormemente preocupado sobre la situación que enfrenta el pueblo de Venezuela y ha instruido al secretario Tillerson a colaborar con los países de la región para que avancen las discusiones sobre Venezuela en este importante encuentro".
Trump, destacó este viernes la "importancia" de la 47 Asamblea General de la OEA, que tendrá lugar en Cancún (México) entre el 19 y el 21 de junio, y dijo que ha dado instrucciones a su secretario de Estado, Rex Tillerson, de promover el debate sobre Venezuela en ese foro.
Trump ya había expresado su opinión sobre la situación de Venezuela en numerosas ocasiones desde que llegó a la Casa Blanca, pero no se habría referido específicamente de la OEA anteriormente, a pesar de que la organización tiene sede en Washington y su principal contribuyente es el Gobierno de EE.UU.
El mensaje de Trump llega poco después de que Tillerson confirmó, mediante un comunicado, que estará en Cancún el 19 y 20 de junio para liderar la delegación estadounidense en la Asamblea, la cita anual más importante de la OEA.
En el comunicado no hay ninguna referencia a la reunión de cancilleres sobre la crisis de Venezuela que se celebrará el 19 de junio, pero las declaraciones previas alientan a una nueva resolución injerencista en Venezuela, antes de la inauguración formal de la Asamblea General.
Antes de estás “instrucciones” que dio el presidente de Estados Unidos, otros importantes funcionarios se habían pronunciado en alentando mayor intervención contra el gobierno de Maduro. El secretario de Estado, Tillerson, lo hizo el miércoles y el jueves fue el turno del vicepresidente, Mike Pence.
Estados Unidos es uno de los países que ha venido impulsando que la OEA medie en la situación venezolana, pretendiendo imponer una serie de condiciones al gobierno de Maduro.
La reunión de cancilleres sobre la crisis de Venezuela se suspendió el pasado 31 de mayo en su primera sesión en Washington ante la falta de acuerdo sobre los dos proyectos de declaración planteados.
El intento de injerencia imperialista debe ser rechazado por completo. Esto no implica avalar en modo alguno al gobierno de Maduro, que lejos de tomar medidas que ataquen los intereses del imperialismo y sus socios venezolanos, frente a la crisis económica que atraviesa el país ha tomado medidas que afectan a los trabajadores y el pueblo pobre mediante medidas de ajuste, y es un fiel pagador de la deuda externa mientras el pueblo trabajador sufre las calamidades de la crisis.
Te puede interesar: Venezuela ¡Ni el gobierno ni la oposición representan los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre! |