Pero detrás de este pasaje de trajes propios a los harapos que imponen la plusvalía y la explotación, surgen los incipientes disparos que le declaran la guerra a la cotidianidad de dejar nuestra vida en el trabajo.
Cada vez que entro a trabajar me surgen ideas que tal vez no vuelvan cuando llegue el cansancio del fin de la jornada. Por eso siempre vuelvo con la cartera llena de papelitos con pedacitos de poesía que no se terminan, fotos para producir, ensayos, canciones e ilustraciones. Todas ideas que se amontonan en mi cartera porque su desarrollo fue coartado por el sonar del teléfono, una consulta vía mail, un pedido de informe, un formulario urgente, o el jefe gritando por teléfono.
¿A vos te pasó también alguna vez?
Entonces tenes que ver Croma.
Esa batalla cotidiana donde las relaciones sociales exponen miserias, encantos secretos, artilugios de resistencia, excitación, dulzura, solidaridad, espanto, amor y consciencia; te envuelve en una hora veinte donde las risas se vuelven inevitables.
Si al decir de Ernst Bloch el arte puede ser la memoria anticipada de una vida mejor, no es exagerado decir que Croma es una memoria que hay que vivir.
Estará en cartelera viernes y sábados durante el mes de Junio y los sábados a partir de Julio hasta el mes de Octubre en Espacio Aguirre (Aguirre 1270)
No se la pierdan: 14 clowns, 3 músicos, 2 asistentes, un director y un mundo por cuestionar.
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