La impunidad de la que gozan grandes empresarios y que los genocidas exigen tiene sus consecuencias. El recordado “gendarme carancho” exige un resarcimiento por “daños y perjuicios”.
Juan Alberto Torales, el gendarme en cuestión, se hizo conocido cuando simuló ser atropellado por un vehículo en una manifestación de los trabajadores despedidos de Lear. Esa lucha, que fue reprimida en múltiples ocasiones por las fuerzas represivas al mando de Sergio Berni, tuvo lugar en 2014. En ese entonces Cristina Fernández gobernaba la Argentina y Daniel Scioli, la provincia de Buenos Aires.
En mayo del año pasado, la jueza Sandra Arroyo Salgado había resuelto procesar por el delito de privación ilegal de la libertad agravada a Torales y a Roberto Ángel Galeano, ex militar infiltrado en la misma manifestación.
Según señaló a La Izquierda Diario Matías Aufieri, abogado del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) “la sala 2 de la Cámara Federal de San Martín tiene paralizada la causa desde hace un año”.
Esto, según Aufieri “constituye un intento de otorgarle impunidad a Torales y Galeano”. En ese marco es que surge esta decisión de Torales de presentarse como víctima. “Esto llega a nivel casi de burla” agrega el abogado del CeProDH.
Hoy tendrá lugar una audiencia de mediación. La denuncia también la realizó, desde su cuenta de Twitter, Myriam Bregman, referente del PTS-Frente de Izquierda.
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