El oficial Jerónimo Yañez, autor del asesinato, había obligado a Castile a detener su automóvil en julio de 2016 por una luz trasera rota. Tras un breve intercambio, durante el cual el conductor le informó al oficial que estaba armado e intentó mostrarle su documentación, el policía le disparó siete veces, provocándole la muerte.
El caso de Castile tuvo amplia repercusión en los medios en gran parte debido a que la novia de la víctima, quien se encontraba presente en el momento de lo sucedido, junto con la hija de Castile de cuatro años de edad, había transmitido en vivo por Facebook los momentos posteriores al asesinato.
Yañez fue absuelto el viernes pasado de todos los cargos, por un jurado de 12 miembros, diez de los cuales eran blancos y dos negros. Fuera del tribunal, Valerie Castile, madre de Philando, dijo a una multitud de manifestantes que se había reunido tras el veredicto: “Mi hijo amaba esta ciudad y esta ciudad mató a mi hijo (…) el sistema sigue fallando a las personas negras y seguirá fallándolos a todos ustedes”. La absolución de Yañez provocó jornadas de protestas masivas, inclusive una organizada en la ciudad de St. Paul el viernes pasado que atrajo a miles de manifestantes y bloqueó la autopista interestatal 94 durante varias horas. Dieciocho personas fueron arrestadas.
El video del patrullero revelado el martes muestra que el Yáñez comenzó a disparar sólo segundos después de que Castile le había informado que estaba armado.
Su publicación tras la absolución reciente del policía que lo asesinó provocó indignación en amplios sectores de la población y ha reavivado el debate sobre el racismo en el trato brutal de las fuerzas policiales estadounidenses hacia la población afroamericana. La familia de Castile sostiene que el asesinato respondió a motivos raciales y el propio gobernador de Minnesota, el estado en el que sucedió el hecho, indicó que no creía que el asesinato hubiera ocurrido si Castile hubiera sido blanco.
Al menos 1.092 personas fueron asesinadas por la policía en los Estados Unidos el año pasado. Casi una cuarta parte de las víctimas fueron afroamericanos, a pesar de que este grupo representa sólo un 12 por ciento de la población total del país. Según el grupo de monitoreo The Sentencing Project, la probabilidad de encarcelamiento para los hombres afroamericanos en Estados Unidos es seis veces mayor que para los hombres blancos. Un 67 por ciento del total de los 2.2 millones de presos en el país son personas de color. |