53 centros de diálisis impugnaron ante el Tribunal de Compras las licitaciones que lleva adelante FONASA para el tratamiento de los pacientes con Enfermedad Renal Crónica terminal. En específico quieren eliminar las cláusulas que los hace responsabilizarse de posibles complicaciones durante el procedimiento, así como también la posibilidad de que FONASA fiscalice los centros debido a quejas o denuncias de los pacientes.
Los empresarios de la salud tienen a su favor, que representan el 62% del total de la oferta que tiene FONASA para sus pacientes, ocupando esto para negociar a su favor y buscar un acuerdo extra judicial. De la misma forma en que lo hicieron para las licitaciones del 2008 y 2012.
Ante esta situación, FONASA realizó la denuncia a la Fiscalía Nacional Económica por la posible práctica de colusión de estos centros.
La sed de ganancias de los empresarios no tiene límites, ahora usan a los pacientes con Enfermedad Renal Crónica terminal (que necesitan diálisis 3 veces por semana para poder vivir) como moneda de cambio para negociar mejor sus ganancias.
Esta situación vuelva abrir el debate sobre la salud pública en Chile. Además de ser repudiable el actuar de los empresarios, es necesario poner en cuestión el por qué el Estado debe financiar las ganancias de los privados, traspasando fondos a sus centros. Esta mecanismo es que han mantenido los gobiernos durante años, un modelo que solo perjudica al sector público y con ellos la salud de millones de trabajadores y pobladores. |