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A vueltas con Moscovici. Si, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, vuelve a poner en el punto de mira de Bruselas la economía española.
El mismo que hace año y medio cuestionara los presupuestos generales y amenazara “sutilmente” con nuevos recortes, provocando un escándalo en el seno de la Comisión Europea, se ha manifestado nuevamente en referencia al estado de la economía doméstica española. Y lo ha hecho como siempre, aventurando nuevas reformas que consigan reducir el déficit fiscal y el descenso de las cifras de desempleo.
En una entrevista publicada este jueves por El País, Moscovici afirmaba que “La economía española ha mejorado, pero nadie puede estar satisfecho con un paro del 18% que crea tensiones sociales” y apostaba por la aplicación de nuevas medidas destinadas a corregir esta situación crónica.
“Combato la presunción de que reforma significa dolor y castigo. España va en la dirección correcta, pero tiene trabajo por hacer. Con cuatro millones de parados y tanta temporalidad, hay que plantear seriamente medidas como la mejora de los servicios de empleo autonómicos, o ver cómo mejorar algunos esquemas de garantía contra la pobreza”, afirmaba el propio comisario europeo. Lo que traducido a un lenguaje que pueda entender hasta mi abuela, significa una nueva carga de reformas y ajustes a cargo del Gobierno Rajoy. Y como paganos, claro está, los mismos de siempre, los sectores populares y la clase trabajadora.
Moscovici, en un alarde de loas y vitores hispanos, señalaba que “España está en el vagón de cabeza del crecimiento en Europa tras años de esfuerzos. Y aun así le diría al Gobierno que haga todo lo que esté en su mano por reforzar las bases de la recuperación, por seguir creando empleo y por encontrar la manera de luchar contra la pobreza y la desigualdad”.
Sin embargo, no le falta razón al comisario de economía. El Gobierno de Mariano Rajoy se convirtió en los años en que más arreciaba la crisis económica en uno de los más aventajados discípulos de los recortes al son que clamaba Bruselas. La Reforma Laboral de 2012 provocó miles de puestos de trabajo destruidos, cientos de ERE’s aplicados, despidos a bajo coste para los empresarios, destrucción de convenios, rebajas salariales y cierres de empresa y deslocalizaciones por fuera de la Unión Europea. Y es que, entre otras cosas, la crisis financiera por la que pasaba la banca española necesitaba de la “ayuda de todos”.
Todo ello en pos de la tan cacareada recuperación económica (el milagro español). Una recuperación, sin duda, a medida para el IBEX35. Para el pueblo trabajador incremento de la precariedad laboral, la pobreza y la desigualdad.
Y es que el secreto de la recuperación tiene una de sus principales razones en el tipo de contratación de estos nuevos puestos de trabajo. El contrato “estrella” es el temporal y la hostelería es una de las puntas de lanza de la precariedad y la inestabilidad laboral, superando el 40% de contratación temporal. Con razón Moscovici hacía un “mutis por la cara” al ser preguntado por la “dinámica de precarización” actual.
Para ver el alcance de las “propuestas” de Moscovici para “acabar con la pobreza y la desigualdad”, habrá que esperar movimientos por parte del Gobierno Rajoy, actualmente más centrado en otras lides "constitucionales".
No obstante, es bueno recordar que mucho antes de la crisis económica que azotó como poca veces al conjunto de la clase trabajadora, la precariedad laboral ya era alarmante, acuérdense de las ETT’s, los mileuristas o los “Ni-nis” (ni pueden trabajar ni pueden estudiar). Ni hablar del desempleo crónico juvenil, superando en muchas ocasiones el 40%.
Este es sin duda el accionar del capitalismo español y ninguna reforma procedente del comisario de Asuntos Económicos, de Bruselas o del sursuncorda servirá para revertir todo ello. Más bien al contrario, sirve para seguir aumentado los beneficios de empresarios y banqueros en favor de su “milagrosa” recuperación y en contra de los derechos de la clase trabajadora. | 
