Este miércoles se realizó una sesión donde el cuerpo de la Cámara de Diputados eligió las autoridades para lo que resta del año y para el período parlamentario de 2015. Sin sorpresas, Julián Domínguez (FPV) fue ratificado como Presidente de la Cámara, mientras continúa sin pausa con el lanzamiento de su candidatura para la Presidencia de la Nación, razón por la cual una sesión que es de rutina y prácticamente sin interés contó con una numerosa barra alentando a “Julián” desde los balcones del recinto.
Sin sorpresas también fue la designación del resto de las autoridades de la Cámara, cuyos nombres se arreglan a puertas cerradas entre los integrantes de los bloques mayoritarios, a pesar de que durante la sesión hacen una mímica de propuestas y consentimientos mutuos para la tribuna. Allí también se ratificó la continuidad en la vicepresidencia primera de Norma Abdala de Matarazzo, aliada kirchnerista del Frente Cívico por Santiago, y de Patricia Giménez (UCR) y Graciela Camaño (FR) en las vicepresidencias segunda y tercera.
Excepto los diputados del Frente de Izquierda, absolutamente todos los bloques acompañaron la propuesta del oficialismo y avalaron la designación de Domínguez y el resto de las autoridades al frente de la Cámara Baja. Antes hicieron oír sus quejas por el funcionamiento al margen del reglamento que tiñó casi todo el accionar del Frente para la Victoria este año en Diputados: sesiones especiales como norma y no como excepción, tratamiento casi exclusivo de los proyectos del oficialismo o del Poder Ejecutivo, reuniones de comisión express sin posibilidades de discusión, etc. Pero igual todos levantaron la mano a favor en nombre de la defensa de la “institucionalidad y la gobernabilidad”.
La posición de la izquierda
Los tres diputados del Frente de Izquierda fueron los únicos consecuentes con sus cuestionamientos, y se abstuvieron en la votación. Así lo fundamentó Nicolás del Caño (PTS/FIT) explicando que “no se debe a una cuestión personal sino que responde coherentemente al programa y a la política que ha llevado adelante el PTS y el Frente de Izquierda. Todos conocen que nuestra pelea es para terminar con el capitalismo, el imperialismo, para conquistar un gobierno de los trabajadores y del pueblo, en definitiva, una sociedad socialista.
Por lo tanto, no podríamos votar a las autoridades de una de las instituciones del Estado capitalista, que responde a los intereses de un pequeño puñado de terratenientes, banqueros y empresarios. No podríamos votar a las autoridades de esta Cámara porque los partidos mayoritarios, los partidos que gobiernan o que han sido parte de los gobiernos de turno han aplicado la política de este Estado capitalista, rebajando el salario a los trabajadores, privatizando todo lo que se privatizó en los 90, etcétera”.
Además Del Caño denunció que “la agenda que se ha llevado adelante en este Parlamento claramente le ha dado la espalda a las principales aspiraciones y necesidades del pueblo trabajador y de la juventud. Ninguno de los proyectos más importantes o sustanciales que ha presentado esta bancada ha sido puesto a discusión ni siquiera en las comisiones. En la agenda de los trabajadores figuran, entre otros, el tema del salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar, la prohibición de las suspensiones y despidos y el 82 por ciento móvil para los jubilados”.
“Este año va a quedar en la historia como el año donde se votó una de las mayores entregas nacionales. Me refiero a la ley de hidrocarburos, una ley a la medida de las multinacionales como Chevron, que nada tiene que envidiar a las privatizaciones de los 90. También va a quedar en la historia como un año más en el que se siguió dando la espalda al reclamo del derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Hace diez años que este Parlamento no discute un derecho elemental de las mujeres por el que siguen muriendo cientos de mujeres por año condenadas al aborto clandestino. Sin embargo, sí votó el Código Civil y Comercial, cuyo artículo 19 fue impuesto por el Vaticano”, concluyó el diputado por Mendoza al dar las razones de su abstención.
A su turno, Néstor Pitrola (PO/FIT) también fundamentó su abstención recordando la agenda “que durante una década manejó el poder político en la Argentina, y por lo tanto la agenda de esta Cámara: la continuidad de las privatizaciones, un régimen ordenado de repago de la deuda externa y la prolongación de las leyes de flexibilidad laboral que agravaron la desigualdad social, la precarización y el trabajo en negro en la Argentina”. Y se preguntó: “¿Qué ha pasado en este año? Hemos tenido en la agenda la indemnización a Repsol, empresa que vació a YPF; la ley de hidrocarburos, que entrega estratégicamente los recursos naturales decisivos para el país; la baja de impuestos a los grupos económicos del biodiésel, mientras se está agravando la confiscación del salario de los trabajadores mediante el impuesto a las ganancias, el IVA y otros gravámenes regresivos. En esta agenda no hemos atacado el trabajo en negro sino que hemos discutido una ley de rebaja de aportes patronales, que es un premio para los que “negrean” a los trabajadores”.
“En este año hemos solicitado cuatro sesiones especiales, que han sido boicoteadas.
Esas iniciativas no han sido incluidas en el temario de esta Cámara cuando quisimos abolir el impuesto a las ganancias sobre los salarios, cuando quisimos discutir despidos y suspensiones o cuando quisimos establecer un salario mínimo equivalente a la canasta familiar. Estas son algunas de las iniciativas legislativas del paquete de este Frente de Izquierda en defensa de la mayoría laboriosa del país. Por eso en esta ocasión, con un claro balance político, el Frente de Izquierda se abstiene de votar a las autoridades propuestas”, concluyó el diputado bonerense.
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