La Salada es uno de los mercados callejeros más grandes del país, ubicado en la zona sur del Gran Buenos Aires. Se trata de una feria que factura cientos de miles de pesos al día. Tiene una parte que es legal y otra que no. La primera está comprendida por las ferias Ocean, Urkupiña y Punta Mogote; la segunda por La Rivera, una sucesión de puestos uno al lado del otro que hasta hace una semana ocupaban la calle, la vereda y hasta las vías del ferrocarril.
A raíz del escándalo que saltó a la luz en los medios recientemente se hizo publico el entramado entre las mafias que lideran el mercado y el poder político. Se vieron implicados políticos kirchneristas y macristas. Una vez más, se pone de manifiesto que cuando se trata de facturar millones a expensas del trabajo precario no hay “grieta” que valga.
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Ahora, una serie de audios compromete al barón del conurbano Martin Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora. En el dialogo que se difundió entre Adrián Castillo, sobrino de Jorge (líder de La Salada) con su madre, Gladys Arrieta se escucha hablar de un arreglo con la municipalidad. El trato era que la municipalidad aportara policías municipales para custodiar la parte ilegal del mercado, a cambio de “una tasa municipal”. Claro, el negocio sería redondo. En palabras de Jorge “Si te cobra $20 por puesto y te da toda la seguridad, se te abaratan los costos en otra cosa”
“Martín me los mandó a todos”, “Fueron a ver cómo ordenar. Están apurados, están con eso a full y que yo sea el encargado. Que yo sea el mentor del orden. El jefe de Tránsito, todos estaban, vinieron conmigo”, insistía Castillo. Una vez mas, las fuerzas policiales y sus direcciones políticas venden sus servicios al mejor postor.
Rápidamente, desde el municipio desmintieron cualquier contacto con la feria ilegal y aseguraron que jamás se conversó sobre cobrar una tasa municipal, según fuentes de Clarín.
Cabe destacar que estas mismas fuerzas policiales son las encargadas de castigar a las mujeres que supuestamente roban mercadería en la feria. Existen videos que muestran como las desnudan y las azotan con cintos a puertas cerradas en un galpón.
"Las mecheras eran encerradas en galpones, las desnudaban y luego les pegaban con un cinto" dijo el fiscal a cargo de esta investigación. También sostuvo que "Era una práctica habitual en la feria, las sometían a un castigo físico".
Una fuente de la investigación aseguró que esas maniobras "no eran porque querían brindar más seguridad a los feriantes ni a los clientes", sino que la sospecha es que lo hacían "porque esas mujeres actuaban de manera independiente "."Era una forma de aleccionarlas. El mensaje era: ’Si quieren seguir robando, tienen que pagarnos a nosotros” refiriéndose a las mafias que lideran el negocio de la reventa de productos.
El combo completo: barones del conurbano haciendo negociados ilegales con empresarios millonarios que la levantan en pala a expensas de trabajadores ultra precarizados; las mafias policiales a servicio de sus intereses, no solo reclutando a los jóvenes mas humildes para que roben para ellos, sino también ejerciendo torturas y un nivel violencia de género brutal para adoctrinarlas. | 
