Ayer se presentaron en forma oficial los números sobre empleo registrado que se publicarán en el día de hoy en la sección de estadísticas laborales del Ministerio de Trabajo. Y las noticias no son buenas para el gobierno, pero más vale disimularlo.
El subsecretario de Estadísticas, Estudios y Políticas Laborales del Ministerio de Trabajo, José Anchorena, consideró que las contrataciones de personal en el sector privado no se incrementaron, a pesar de la supuesta reactivación de la actividad económica que se sostiene desde el gobierno, ya que en Argentina se estaría viviendo un fenómeno particular denominado "hoarding", que en castellano significa "retención".
El término, traído del inglés, se utiliza para explicar con firuletes que no se trataría de una desmentida de su relato, sino que el empleo no responde a los cambios en la producción: "cuando cae el producto y el empleo no cae mucho, y luego se produce una recuperación económica, el empleo no acompaña inmediatamente a esa reactivación", explicó Anchorena. "El empleo no responde a la reactivación actual", aclaró, por si quedaban dudas.
La actitud de "retención" de las empresas estaría indicando cierto retraso antes de decidir la ampliación y contratación de personal. Por ello, no se generarían nuevos puestos de trabajo. El "detalle" es que no se trata sólo de una desaceleración de la generación de puestos de trabajo, sino que el desempleo tocó la cifra de 9,2%, verificando un crecimiento respecto al trimestre anterior. Algo más está sucediendo, y se llama despidos.
Según los datos adelantados por la cartera laboral, en el cuarto mes del año se registraron en la Argentina 12.098.700 de trabajadores, lo que significó un crecimiento de 12.200 puestos de trabajo en el mes (o un 0,1%) en términos desestacionalizados y una expansión de 1,2% si se comparan los datos de este año con los de abril de 2016, que ya había sido un mes con bajo desempeño en materia de empleo.
Estos números, sin embargo, no tienen cuenta que en términos absolutos las variaciones son diferentes. En abril se registraron 22.300 puestos de trabajo menos que en marzo.
Pero además, para los asalariados del sector privado se verificó una fuerte disminución de puestos de trabajo de 50 mil empleos. En abril, los asalariados registrados en el sector privado sumaron 6,2 millones, lo que representa una baja de 0,8 % comparado con marzo, aunque esta caída contiene factores estacionales.
De esta manera, si bien la caída en el empleo registrado total se reduce en el conjunto, el empleo asalariado privado sigue cayendo y esta tendencia es opacada con el incremento de formas más precarias de registración, como los monotributistas, los monotributistas sociales y también con el empleo público.
Frente a estos datos, provenientes de las declaraciones juradas de los empleadores (los registros de AFIP), la descripción que el gobierno tituló como "hoarding" no tiene asidero con la realidad. No hay ninguna espera empresarial, ni actitud de letargo, más bien persiste un comportamiento activo de continuar despidiendo y suspendiendo trabajadores. Esta semana la oleada de despidos proliferó, con casos emblemáticos como los de PepsiCo, Walmart y Hutchinson.
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Para peor, las propias aliadas de los CEO, las empresas y en particular las compañías grandes, son las primeras en aducir que sus despidos se deberían a los problemas en las condiciones económicas. Esconden así que el empleo es su variable de ajuste, dejando a cientas de familias en la calle antes de resignar un milésimo de su ganancia.
Por ello la campaña "nuestras vidas valen más que sus ganancias" que impulsa el Frente de Izquierda tiene valores concretos, reales, y ningún firulete traído de la galera como hizo el gobierno con la teoría del "hoarding". Se trata de repartir el trabajo entre todas las manos disponibles, con una jornada laboral de 6 horas, 5 días a la semana, y salarios al menos en valores equivalentes a la canasta familiar. Es la única forma de atacar verdaderamente el problema de la desocupación. |