La medida fue votada por una amplia mayoría: 133 a favor de colocar las banderas rojinegras, en tanto que 64 se manifestaron en contra.
Según declararon integrantes del sindicato, en los encuentros previos el SITRAJOR planteó distintas medidas para enfrentar la “imposibilidad financiera” que la empresa Desarrollo de Medios (DEMOS) alegaba para cumplir con el CCT; como la propuesta de reducir la plantilla de funcionarios jerárquicos. Sin embargo, DEMOS se mantuvo inflexible en su decisión de atacar las conquistas de los trabajadores. Ante eso, la asamblea resolvió esta medida histórica.
La respuesta de la directiva no se hizo esperar. Emulando una maniobra típica de las patronales contra esta legítima medida de lucha de los trabajadores, dijo que la huelga debe ser declarada inexistente. E intentará que el periódico continúe publicándose mediante personal que no acató la decisión y se mantuvo en las oficinas.
Argumenta cínicamente que “la huelga tiene como objeto conseguir el equilibrio entre los factores de la producción y, en el caso particular, la empresa ya acreditó de manera fehaciente ante la autoridad competente… que lo que se requiere es una disminución de las prestaciones” del CCT. La directiva de La Jornada es conocida por su supuesto “progresismo”. Pero, al igual que otros empresarios, consideran que son los trabajadores quienes tienen que pagar los costos de las supuestas crisis, en este caso con una drástica y escandalosa reducción de las prestaciones establecidas en el Contrato Colectivo de Trabajo.
Los trabajadores de prensa en México sufrimos duros ataques. Frente al estado y el “crimen organizado”, cientos de compañeras y compañeros han sido perseguidos, desaparecidos y asesinados, como Miroslava Breach, Javier Valdez o Salvador Adame, entre otros. El espionaje del gobierno se dirige contra periodistas y activistas sociales y de derechos humanos. Otra muestra de este ataque es el golpe a las condiciones laborales, como sufren ahora los trabajadores de La Jornada.
Desde La Izquierda Diario declaramos nuestro apoyo a la huelga del SITRAJOR y creemos que es fundamental rodearla de solidaridad.
Los trabajadores de prensa de todo el país tenemos que estar junto a su lucha, exigiendo el respeto a su Contrato Colectivo de Trabajo y realizando acciones inmediatas, empezando por paros en solidaridad en otros medios de comunicación. Los trabajadores de La Jornada no deben quedar solos en esta lucha que busca precarizar sus condiciones de trabajo, y que luego serán emulados por otras patronales del sector.
Hay que organizar ya un Encuentro Nacional de Trabajadores de Prensa, en apoyo a sus demandas y contra el ataque que sufren todos los periodistas y comunicadores del país. Allí podríamos discutir y resolver, de forma democrática, medidas unificadas de lucha, incluyendo la preparación de un Paro Nacional de las y los trabajadores de prensa cuya primera demanda debería ser la resolución de las demandas del SITRAJOR.
Los sindicatos que se reclaman democráticos y opositores -como los que se agrupan en la Nueva Central de Trabajadores, la Unión Nacional de Trabajadores, así como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación- deben convocar a acciones efectivas de solidaridad y poner sus recursos al servicio de esta lucha. Las organizaciones democráticas, populares, de derechos humanos y de izquierda tienen que manifestar su apoyo activo.
Rodeemos de solidaridad efectiva a la huelga del SITRAJOR. Respeto a su contrato colectivo y por la resolución inmediata de sus demandas. |