Arroyo de la Cruz es un poblado rural ubicado sobre la ruta provincial 192, a 5 km de Capilla del Señor, cabecera del partido de Exaltación de la Cruz en la provincia de Buenos Aires. Allí viven más de 1600 personas según el último censo de 2015.
Como parte las actividades del Frente de Izquierda Exaltación de la Cruz recorrimos este domingo la zona y conversamos con sus pobladores.
No es habitual que las fuerzas políticas tradicionales caminen sus calles de tierra excepto cuando están en campaña y llegan para realizar sus promesas a cambio de votos. Esto nos contaba una mujer que prefirió que su nombre no aparezca en esta nota por temor a las represalias. También nos dijo que por ser pobre, negra y extranjera sufría una gran discriminación. Por ejemplo, en el Hospital de Capilla del Señor no le resultaba fácil obtener turnos para su atención y la excusa es por su falta de documentación.
Crecimiento demográfico y pobreza
El poblado viene creciendo sostenidamente, en 2010 no había más de 300 habitantes y hoy seguramente supera ya los 2000. Este crecimiento no se debe a sus condiciones de desarrollo, precisamente, sino que expresa que cada vez son más los que llegan empujados por la miseria, por no poder pagar un alquiler en los centros más poblados, o por no tener dónde vivir. En Arroyo encuentran un lugar para levantar sus casas como pueden, u ocupar algunas construcciones que datan de principios del siglo XX cuando estaba la estación del viejo ferrocarril y el correo y han resistido penosamente al paso del tiempo. Ahora sus paredes descascaradas cargadas de humedad y sus techos de chapas oxidadas y goteras sirven de refugio a las familias pobres.
La precarización de la vida
No hay cloacas, ni agua corriente, ni gas de red. No hay calles asfaltadas, ni colectivos que ingresen al barrio. No hay, siquiera, una salita de primeros auxilios. Si la familia no posee un auto, cuando alguno se enferma un fin de semana tienen que tomar un remis que los lleve hasta el hospital, eso si no ha llovido mucho y el auto no se empantana en el barro. Los colectivos pasan por la ruta 192, con horarios acotados. Después de las seis de la tarde ya no es negocio para las patronales del transporte. Los que trabajan fuera del barrio tienen que caminar varias cuadras hasta la parada y si entran a la fábrica muy temprano no les queda otra que caminar varios kilómetros hasta la ruta 39, la que une Capilla con la ruta 8.
La única escuela pública está del otro lado de la ruta 192, enfrente al barrio, y los niños y niñas que consiguieron vacante necesitan siempre ser acompañados por los adultos. Los demás tienen que trasladarse varios kilómetros para acceder a la educación.
Tal vez sea la única ventaja de esta desolación que todavía no hay una comisaría en el pueblo, ni que la gendarmería haya instalado algún puesto para hostigar y amedrentar a los jóvenes como sucede en tantos otros lugares de la provincia.
Mirá el video donde Alejandro habla sobre las condiciones de vida en Arroyo de la Cruz
Promesas incumplidas, el verso de siempre
Con cinismo cruel las promesas del Intendente Sánchez del FPV y del gobierno provincial de Vidal reciben a sus habitantes estampadas en un gran cartel a la entrada del pueblo. La obra no tiene fecha de inicio y obviamente tampoco de final. Basta adentrarse unas cuadras en el barrio para ver las condiciones de abandono y exclusión en las que viven sus pobladores.
Una salida alternativa: que la crisis la paguen ellos
En Arroyo la vida se precariza todavía más al ritmo del ajuste brutal del gobierno de Macri, pero también bajo la complicidad del gobierno municipal en manos de FPV. Por eso muchos de sus habitantes ya no creen en los partidos tradicionales y en sus eternas promesas electorales. Por eso el FIT y sus propuestas son bien recibidas entre los trabajadores pobres, los excluidos, los desocupados y los discriminados de Arroyo de la Cruz, porque nuestras vidas valen más que sus ganancias.
