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Fue uno de los grandes clásicos de las últimas décadas: ante convocatoria de futbolistas del medio local a los seleccionados nacionales (mayor o juveniles), los clubes podían hacer uso del “artículo 225” del reglamento, con el cual podían recurrir a jugadores que estuvieran suspendidos en reemplazo de los convocados. Pero desde el próximo campeonato dejará de existir.
El artículo se titulaba formalmente “Interrupción a la suspensión a jugador”, pero siempre fue conocido popularmente como “el 225”. El título lo describía fielmente: el jugador suspendido, por acumulación de amonestaciones (tarjetas amarillas) o por expulsión (roja), y que estaba inhabilitado para jugar podía hacerlo en caso de ausencia de algún integrante del plantel (no necesariamente un titular) afectado a algún seleccionado; y esa suspensión quedaba interrumpida para ser cumplida más adelante. También se utilizaba ante los casos de jugadores que regresaran con lesiones de su paso por alguna selección; un suspendido también estaba habilitado para el reemplazo.
Este recurso podía entenderse como más beneficioso para los clubes poderosos, que suelen contar con figuras o futbolistas de interés para los seleccionados nacionales. Pero desde ayer pasó al museo de los recuerdos del fútbol argentino, de acuerdo a declaraciones del presidente de AFA Claudio “Chiqui” Tapia.
En el medio futbolístico local, una pregunta comenzó a sobrevolar: ¿Cuál será la actitud de los clubes a la hora de ceder jugadores a los seleccionados ante la ausencia de este beneficio? La resistencia demostrada en casos como competencias Sub-20 parecería indicar que la respuesta sería de negativa a ceder futbolistas. Pero también es válido tener en cuenta que los jugadores que se desempeñan en el fútbol local y que afrontan compromisos con sus selecciones son cada vez menos. | 
