La huelga del SITRAJOR dividió aguas. Muchos intelectuales progresistas, varios de ellos cercanos a López Obrador estuvieron al frente de los ataques contra los trabajadores en lucha por sus derechos.
Viernes 30 de junio 17 horas. Estalló la huelga en la Jornada, votada en asamblea general de sus trabajadores.
En México, las luchas obreras enfrentan el hostigamiento y la criminalización por parte de las instituciones del estado. En el caso de La Jornada, la novedad fue que se sumaron los llamados intelectuales progresistas, muchos de los cuales escriben en sus páginas.
Mientras la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México declaraba inexistente la huelga a favor de la directiva, algunos que en otras ocasiones manifiestan su apoyo a las luchas sociales se lanzaron contra el elemental derecho a la defensa del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y exigíeron que se declare ilegal. Ese fue el caso de Luis Hernández Navarro, Héctor Díaz Polanco, Sanjuana Martínez, entre otros.
Allí estuvo el “Fisgón”, repitiendo viejos argumentos macartistas: “hay una mano negra tras los radicales”; como si los trabajadores en lucha fueran títeres, y como si defender derechos avasallados por una patronal “progresista” fuera una acción de la derecha. A muchos nos recordó los ataques de los “moneros” de La Jornada contra el Consejo General de Huelga en 1999/2000.
Paco Ignacio Taibo II denostó a los trabajadores en lucha a los que calificó de “huevones” repitiendo tristemente los argumentos que la derecha utilizó contra el magisterio combativo. Llamó a un mitin en defensa de La Jornada frente a sus instalaciones, para “ganarle a los pinches sindicatos” que fueran a solidarizarse con los trabajadores, y a darles “el puro susto”. Lamentable lo de Taibo II, reclamando a gritos “una concentración” para romper la huelga.
Estos dichos fueron coronados por el presidente del Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien declaró su apoyo a la directora del diario, Carmen Lira.
Argumentos progres contra los trabajadores
El argumento repetido por varios intelectuales y colaboradores de La Jornada fue que la huelga atacaba la existencia del diario, ya que la empresa no podía mantener ya el Contrato Colectivo de Trabajo. Y que su objetivo era buscar la desaparición del periódico y debilitar el desarrollo del Morena hacia el 2018.
Pero aquellos no hablaron de las propuestas del Sitrajor para afrontar la situación económica y sus denuncias sobre la gran desigualdad existente en La Jornada, los altos salarios en determinadas áreas, el aumento del personal de confianza, etcétera. Quien pretenda seriamente defender esta fuente de trabajo, debería debatir las propuestas que sus trabajadores hicieron para resolver la situación antes y durante el conflicto. Por el contrario, solo alegan que los trabajadores deben aceptar sin chistar la reducción de su CCT en un 70%, ya que, si no, son “el enemigo interno” y le hacen el juego a la derecha…
Los argumentos de Taibo II, el Fisgón y compañía en torno a que hay “mano negra” del gobierno tras la huelga, sólo buscan justificar la política precarizadora de Carmen Lira y la directiva de Demos (Desarrollo de medios, SA de CV). Absuelven de toda responsabilidad por la suerte del periódico a la patronal. Si La Jornada desaparece, son los trabajadores los “culpables” por no aceptar una reducción neoliberal de sus conquistas. ¡Que extraño progresismo el de estos intelectuales, que claman por la ilegalidad de una huelga y cierran filas sin cuestionar tras una directiva denunciada por sus trabajadores!
De igual forma, el argumento que varios sostuvieron, de que este movimiento pretendía debilitar a AMLO, buscaba evitar que creciera la simpatía con la huelga entre los votantes del Morena, y en particular entre muchos jóvenes y trabajadores que participaron en otros movimientos como el 132 y Ayotzinapa. Quieren hacer aparecer como “reaccionarios” a los trabajadores, y como “progre” a una directiva que hace trizas el CCT.
El resultado de la labor de estos intelectuales, afines en su mayoría a la dirección del Morena, está a la vista. Fueron la punta de lanza de los ataques contra la huelga y terminaron del mismo lado de las instituciones propatronales del estado, como las Juntas de Conciliación y Arbitraje, las mismas que han declarado como inexistentes a tantos movimientos de la clase trabajadora.
Ahora que los trabajadores se vieron obligados a levantar la huelga, bajo la promesa de que no habrá despidos y que se reiniciarán las negociaciones, es fundamental rodear de solidaridad su lucha.
Las organizaciones obreras que manifestaron su apoyo -como la Nueva Central de Trabajadores y el Sindicato de Telefonistas-, la Asociación General de Trabajadores, así como las organizaciones de izquierda que acompañamos la lucha debemos seguir junto al SITRAJOR. La Izquierda Diario México, que es parte de una red informativa internacional en 5 idiomas y 11 países; como lo manifestamos desde el mismo viernes, está a disposición de los trabajadores, para difundir en nuestro portal sus pronunciamientos y artículos, y en solidaridad con su lucha.
Acá puedes ver los discursos de PIT II y El Fisgón:
