La manifestación de este año estuvo completamente marcada por las disputas entre el gobierno y la MUD. El resultado fue que se organizó la XVII marcha en Caracas, pero se dividió en dos actividades, la que podría decirse la movilización más histórica y tradicional, quedó organizada por AC orgullo GLBTI Venezuela, que saldría desde el este de la ciudad pero con un fuerte sesgo hacia la oposición, y otra convocada desde el gobierno en función de apoyar la farsa de la Constituyente.
Para sorpresa de muchos, a 24 horas de la actividad se canceló la que saldría desde Parque del Este (Parque Miranda). Uno de los principales organizadores, Urbe Gimenez, escribió en sus redes sociales que:
“¡Asumo la responsabilidad de darle instrucciones a el equipo de trabajo de orgullo glbt Venezuela de suspender la actividad y reprogramarla para una fecha cercana, Factory país factor de muchas cosas, pero siempre son la responsabilidad de ofrecerles a los que asisten el mejor de los días en el año el día del ORGULLO GAY...! No culpo a nadie aunque si lo hay, pero hechemoles tierra a esto, a pesar de las campañas que se desataron en mi contra después de haber hecho público mi separación de círculos chavistas revolucionarios y peor aún después de la entrevista que concedí donde cuento la realidad del orgullo en años anteriores”.
Aunque sin dejar muy claro por qué se canceló, planteó que se posterga la actividad para el 23 de julio.
No obstante, la marcha que se realizaría en Plaza Venezuela con el apoyo del gobierno nacional sí se llevó a cabo con cientos de personas de la comunidad LGBTI, la cual inició en La Previsora y terminó en al Diego Ibarra. Esta actividad, a diferencia de las marchas de los años anteriores tuvo muy poca asistencia.
Desde la agrupación juvenil anticapitalista Barricada consideramos que el movimiento LGBTI debe apostar por una salida completamente independiente del gobierno y de la MUD, ya que durante 15 años el gobierno tuvo la mayoría en la Asamblea y jamás aprobó el matrimonio igualitario, como tampoco otras medidas en beneficio de la comunidad LGBTI. Mientras que la oposición de derecha con más de un año en la asamblea tampoco puso en discusión estas demandas. Es decir, ambos sectores coindicen (junto con las cúpulas de las iglesias evangélicas y católicas) en no avanzar, ni aprobar ninguna medida para superar la exclusión y opresión a que es sometida la población LGBTI.
En este sentido debemos avanzar en construir un movimiento LGBTI independiente que nos permita salir a pelear en las calles por las demandas de todxs los explotadxs y oprimidxs de la sociedad. | 
