Los presidentes ya llegaron a la sede de la Cumbre del G20 este viernes y los medios registran el apretón de manos entre Trump y Putin, previo a la reunión bilateral que mantendrán. En las calles la situación es de militarización extrema frente a las protestas programadas.
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La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, no podría salir de su residencia por las protestas, mientras que la policía pide más refuerzos para reprimir las movilizaciones programadas para este viernes y sábado.
El semanario "Der Spiegel", informó que la Policía de Hamburgo ha pedido refuerzos de efectivos antidisturbios de otras partes del país, mientras se suceden en distintos puntos de la ciudad los intentos de bloqueo y ataques a la cumbre.
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Grupos de hasta 200 manifestantes protagonizaron sentadas para tratar de bloquear los accesos al centro de congresos donde tiene lugar la cumbre, mientras la Policía hacía de nuevo uso de cañones de agua a presión.
Los manifestantes lanzaron objetos contra el dispositivo policial que protege a uno de los hoteles donde se alojan varias delegaciones, entre ellas la de Putin y el presidente surcoreano, Mon Jae.
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Durante la represión del jueves hubo al menos 44 personas detenidas, y participaron al menos 20.000 policías alemanes dispuestos por el gobierno para detener las movilizaciones contra la Cumbre.
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