Con propaganda homofóbica pegaron carteles en la estación Carlos Jauregui acusando a las personas gays, lesbianas, travestis, transexuales e intersexuales de intentar "confundir a sus hijos con ideología de genero".
La Ley de Matrimonio Igualitario fue sancionada en el mes de julio del año 2010. Hace siete años, que Bergoglio declaraba la "guerra de Dios", en defensa de la familia. Una guerra contra las personas que tenían y tienen una forma diferente de manifestar su deseo o de autopercibirse en su identidad fuera del cinturón de la heteronorma.
La heteronorma se define cuando se impone que la manera "correcta" de vivir la sexualidad es entre hombre y mujer, con un fin último que es el de tener hijos. Este pensamiento del medioevo, es el que sigue pregonando la Iglesia, que es y fue financiada tanto por el Gobierno de Cambiemos - como durante 12 años - por el Gobierno kirchnerista.
Esa doctrina no queda en la nada, forma un "sentido común" reaccionario del cual se avalan grupúsculos como Proyecto voz en alto: no confundas a mis hijos, para intentar amedrentar a las personas LGTBI.
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Ideología de género. Así, lo definió el papa argentino. En el año 2015, comparó a la ¨teoría del género¨con doctrinas impuestas por el nazismo y el fascismo italiano. No conforme, días más tarde, en ese mismo año, salieron a la luz los dichos transfóbicos que avalan la concepción biologisista, es decir de que las únicas dos identidades existentes se construyen a partir de la genitalidad, de esta forma ubica a la sexualidad con un único fin, la reproducción: “La verdadera custodia de la creación no tiene nada que ver con las ideologías que consideran al hombre como un accidente, como un problema de eliminar. Dios ha colocado al hombre y la mujer y la cumbre de la creación y les ha confiado la tierra”.
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No pasaran
El repudio no tardó en ganar las redes sociales. La semana pasada por las calles de la Ciudad también se escuchó el grito: paren de matarnos, furia travesti. Así como en su momento, Carlos Jauregui salió a marchar por el matrimonio igualitario, las travestis y trans salieron a defender esos derechos conquistados y a denunciar que todavía falta mucho camino por recorrer.
No ignorar estos escarches cobardes - el volante solo tiene una página de facebook - es lo primero que hay que hacer para no permitir más atropellos. Su mensaje homofóbico no pasará desapercibido. |