El G20 reúne a los países más ricos del planeta y los llamados “emergentes”, que constituyen un 85% de la economía global. Es una ampliación del grupo de los 7 países más ricos del mundo, al que se suman la Unión Europea como institución y un grupo de países emergentes. Está integrado por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Australia, Brasil, Argentina, México, China, India, Indonesia, Corea. Se creó en 1999, como una respuesta a la crisis económica de fines de la década de 1990. Después de la crisis capitalista que comenzó en 2008, el G20 sumó representantes de Naciones Unidas, el FMI y el Banco Mundial.
Estas es la primera cumbre del grupo desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que se ha reunido por primera vez en persona con Vladimir Putin. Respecto a la anterior, esta reunión se produce con nuevos actores y nuevas tensiones políticas en escena: Donald Trump en la Casa Blanca, Macron como presidente de Francia y el brexit como una herida abierta para la Unión Europea. A esto se suma la crisis migratoria que no cesa en Europa, la guerra en Siria, los atentados del Estado Islámico y las tensiones entre Estados Unidos y Alemania. Difícilmente pueda esta cumbre rehacer los consensos resquebrajados en el orden mundial del imperialismo, más bien será un fracaso.
Bienvenidos al infierno
Más de 20.000 policías se concentran en la ciudad del norte de Alemania. El operativo de seguridad, hoy ampliado con nuevos efectivos, ha convertido Hamburgo en una ciudad sitiada, con todos los accesos controlados, la prohibición de circulación de vehículos y helicópteros sobrevolando las manifestaciones. En los días previos al inicio de la cumbre ya se han producido dos grandes operativos de represión con gases y camiones que lanzan agua contra uno de los campamentos anticapitalistas y contra la manifestación del jueves, llamada “Bienvenidos al infierno”.
Los manifestantes, organizados en diferentes bloques, como el Black Block, el bloque anticapitalista o el bloque internacionalista, se han movilizado masivamente intentando bloquear de los ingresos a la cumbre, a pesar de la represión policial que comenzó a poco de iniciarse las manifestaciones el día jueves.
Después de la dura represión sufrida ayer, decenas de miles de manifestantes tomaron nuevamente las calles de Hamburgo este viernes para mostrar su ira contra la cumbre de los principales representantes del capitalismo global.
La jornada comenzó temprano con sentadas de protestas, manifestaciones estudiantiles y en solidaridad con los refugiados. A pesar del impresionante dispositivo represivo que ha sitiado a la ciudad, el gobierno de Angela Merkel dispuso en horas de la mañana reforzar la seguridad de la cumbre con nuevos efectivos policiales y carros de asalto militares. Más de 70 personas han sido detenidas durante las últimas horas.
Centenares de organizaciones sociales y de la izquierda alemana vienen preparando su intervención en las movilizaciones desde hace meses. También han concurrido delegaciones y activistas de toda Europa y el resto del mundo. La primera vez que se bloqueó un encuentro de estas características fue hace casi 20 años, durante las protestas de Seattle contra la Organización Mundial de Comercio (OMC), en diciembre de 1999. Este sábado, los manifestantes intentarán una vez más bloquear los ingresos a la cumbre, después de haber logrado la cancelación de eventos secundarios de la misma.
Hace años que no se vivían manifestaciones tan masivas combinadas con bloqueos contra una cumbre mundial. El espíritu de las movilizaciones antiglobal recorre Alemania.
Sigue la cobertura completa de la Red Internacional Izquierda Diario: