El pasado jueves 4 de diciembre los vecinos de Alta Córdoba se concentraron en la esquina de las calles Avellaneda y Góngora. Desde allí, reclamaron una solución a los problemas que ocasionó la explosión registrada en los depósitos de la Química Raponi, de la cual hoy, se cumple exactamente un mes.
“De repente se escuchó un ruido muy fuerte y después pudimos ver como se iluminaba el cielo” nos comentaba una de las vecinas rememorando aquella noche. Y es que, a un mes de aquel hecho, el recuerdo todavía está presente. Fue el 6 de noviembre cuando, a las 20.40 de ese jueves, en el depósito de la química Raponi ubicada en Avellaneda al 2943 se produjo una explosión que pudo sentirse en toda la ciudad de Córdoba y sus alrededores. El saldo del desastre fue de 66 heridos de los cuales uno de ellos, la señora María Angélica Cueto de 65 años, que se encontraba en un estado delicado, falleció a los pocos días. Además de las víctimas humanas se pudo contabilizar un total de 450 de edificaciones, entre viviendas y comercios, con daños parciales y 20 viviendas que tienen que ser totalmente reconstruidas.
Raponi Industrial Química SRL, dueña del depósito que explotó, pertenece a Sergio Raponi - abogado de 52 años y profesor adjunto de la Cátedra de ética del Derecho de la UNC- quien permanece detenido bajo el cargo de “estrago culposo agravado”. Esta figura, luego de conocerse la muerte de María Angélica Cueto y de que la explosión se produjera en una parcela no habilitada por el municipio, fue cambiada a la de “estrago doloso calificado por el resultado mortal” por la fiscal Eve Flores, encargada de llevar adelante el caso. Hay que destacar que a los pocos días de producirse la detención de Raponi, se detuvo también al ingeniero químico Javier Lagares, quien era el especialista que respalda la habilitación de la química y los informes de producción.
Otro dato de gran importancia a la causa es que la química de Raponi, estaba habilitada por la municipalidad de la ciudad de Córdoba como: “fabricante, mezcladora y fraccionadora de productos químicos para la higiene y limpieza”. Sin embargo, salió a la luz, por medio del anuncio de la empresa en Páginas Amarillas, que esta comercializaba productos inflamables tales como: carbonatos, cetonas y alcoholes cetílicos, butílicos y etílicos.
De esto ya ha pasado un mes, y pese a las promesas hechas por representantes tanto del gobierno provincial como municipal, quienes no tardaron en hacerse presentes mientras la atención producida por los canales de televisión se concentraban en el barrio, la gran mayoría de los vecinos no ha tenido una solución al respecto. Es por eso que el pasado jueves desde las 17:30 decidieron congregarse a pocos metros de “la zona cero” para hacer oír su disconformidad frente a las escasas soluciones –en muchos casos no pasaba de un cambio de vidrios- que se han materializado. “Creo que la mayoría de los que nos empezamos a juntar, es por las respuestas que no esperábamos de los dirigentes” nos decía Nuria, una de las principales promotoras de la marcha. Cuando le preguntamos a ella cuales eran esas respuestas, nos comentó que desde los organismos del gobierno habían planteado otorgar créditos para que cada uno pagara sus cosas. Sin embargo no estaban de acuerdo ya que consideraban que no era obligación de ellos reponer algo que “tendría que reponer el gobierno”. Además agregó que se brindaron subsidios a través del Ministerio de Desarrollo de la Provincia para reposición de daños materiales, pero que no alcanzaban a cubrir ni un 20% del total.
En la marcha, que se desarrolló alrededor de la manzana donde se encontraba el depósito, se podían escuchar canticos como: “a un mes de la explosión queremos solución”. A esto se sumaban pedidos de presencia para con el gobernador José Manuel de la Sota. Y explicaciones concretas sobre las causas del incidente y si era seguro o no respirar el aire de la zona.
Si bien la concentración no contó con la asistencia que muchos hubieran deseado, sirvió para comenzar, de cierta manera, a hacer visible una situación que con el correr del tiempo comenzaba a quedar olvidada no solo por el resto de los ciudadanos, sino, por aquellos que son los encargados de aportar mejoras a la gran cantidad de damnificados que dejó el incidente.
A modo de conclusión se dispuso una reunión para este sábado, a un mes del accidente, a la hora y en el lugar del mismo. Por otro lado, se convocó a una protesta para el día Jueves 11 de diciembre frente a la casa de gobierno a las 9:30 hrs. |