Como informó este diario en la edición de ayer, la sesión de Diputados contó con la presencia de un grupo de trabajadores inmigrantes que rechazaron el tratamiento de esta ley y a quienes se quiso desalojar cuando abrieron una bandera que decía “Basta de xenofobia. Abajo el Código Berni” ante la desaprobación de las autoridades kirchneristas de la Cámara.
Si bien parte de la oposición votó en contra del proyecto presentado por el Frente Para la Victoria y sus aliados, desde los partidos mayoritarios acordaban con el sentido discriminatorio y clasista de la reforma. De hecho, los cuestionamientos y el rechazo de macristas, radicales y renovadores se basaron en cuestiones de forma o en desacuerdos sobre los alcances de las facultades concedidas a las fuerzas represivas del Estado y a la Justicia.
Dictamen de izquierda
Distinto fue el carácter del rechazo que manifestó el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), basado precisamente en el contenido xenófobo y reaccionario de la reforma.
El dictamen de minoría elaborado por la bancada del PTS en el FIT, que presentó para su tratamiento en comisión y expuso en la sesión el diputado de Mendoza Nicolás del Caño, planteaba que “los jueces federales tienen poderes casi monárquicos y concentran una gran cantidad de funciones en su persona. El gobierno nacional parece descubrir esto ahora, cuando los jueces federales, algunos de los cuales provienen de la época del gobierno de Carlos Menem, ya no le son tan fieles como antaño.”
Respecto a la impronta “Berni” del nuevo Código, Del Caño recordó que “los compañeros de los países limítrofes que viven en nuestro país, son de los sectores más oprimidos y más explotados en la Argentina. Ellos no tuvieron ni siquiera la posibilidad de exponer su punto de vista sobre este nuevo Código Procesal Penal.”
El diputado precisó que el artículo 35 del nuevo código “estigmatiza a los inmigrantes, porque asocia la palabra ‘extranjeros’ a delitos, lo cual es claramente discriminatorio y xenófobo. No se trata solo de un discurso de la presidenta o de un papel contenido en el Código Procesal Penal que se presenta hoy, sino de una realidad que constituye una práctica de este gobierno.” Y denunció que el proyecto oficial “ni siquiera se fundamenta en una estadística seria que asocie a los extranjeros con el delito”.
“Este artículo es violatorio de artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, por establecer una discriminación negativa basada en el origen nacional del imputado, así como también del artículo 16 de la Constitución Nacional y artículos de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Esto es tan notorio que fue introducido en el proyecto con una finalidad política, que ni siquiera se aclara qué pasará con el juicio a prueba, que ya está regulado en el Código Penal.”
Otro de los puntos denunciados desde el FIT es el referido al instituto de la prisión preventiva, “uno de los más denunciados por sectores que se reivindican mínimamente progresistas, muchos de los cuales manifestaron su decepción ante este código”. Del Caño recordó que “este instituto seguirá vigente y ya se aplica en nuestro país, pero no contra los genocidas, pues muchos de ellos gozan de los privilegios de la prisión domiciliaria.”
En este sentido, el dictamen de minoría que había presentado en comisión manifestaba que “la prisión preventiva es una verdadera pena anticipada. Con ella se mantiene a una persona presa cuando aún es inocente incluso desde la propia óptica del sistema legal. Esta reforma de modo alguno viene a poner fin a este instituto netamente selectivo como forma de control social contra los sectores más humildes.”
Código político
El dictamen presentado por Nicolás del Caño (que se adjunta a esta nota) no hizo más que poner en evidencia las necesidades políticas del kirchnerismo en esta etapa de su fin de ciclo.
Como ya escribió Myriam Bregman en esta sección, el apresuramiento oficial por lanzar esta reforma se debió a un claro sentido político, ya que en su disputa electoral de cara al 2015 el Gobierno intenta mostrarse más duro en las cuestiones penales. “¿Tal vez por eso enterró la reforma del Código Penal de Zaffaroni y sacó ésta al ruedo?”, se pregunta la abogada del CeProDH y el PTS.
En su intervención en la Cámara, Del Caño respondió duramente a las argumentaciones vertidas por el kirchnerismo para justificar la reforma. En su denuncia del carácter xenófobo del nuevo Código le recordó al bloque oficialista que “ya aprobaron un Código Civil pedido por el Vaticano; ahora quieren aprobar este Código Procesal Penal que es claramente discriminatorio con los inmigrantes y que asocia al extranjero con el delito”.
“Cuando la Presidenta anunció este proyecto usó argumentos derechistas que nada tienen que envidiarle al PRO o al Frente Renovador”, recordó Del Caño. Y, como quedó estampado en la versión taquigráfica de la sesión, preguntó “a quienes integran el Frente para la Victoria, que participan en organizaciones sociales y barriales, con qué cara irán a militar en los barrios, donde hay muchos compañeros inmigrantes. ¿Van a ir a decirles que aprobaron el código racista y xenófobo que quiere Berni?” |