Edwin Rivera Paz, un joven camarógrafo de 28 años, estaba refugiado en México desde hacía 6 meses, luego del asesinato de su compañero Igor Padilla en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras.
Huyó a México para escapar de la violencia contra los periodistas que también se enfrenta en el país centroamericano, y encontró la muerte en tierras veracruzana.
Este domingo 9 de julio fue asesinado por la tarde, en el municipio de Acayucan, al sur del estado, a manos de dos sicarios que viajaban en motocicleta.
Rivera se refugió en Veracruz en enero, luego del crimen de Padilla, acaecido cuando filmaba un anuncio publicitario.
El camarógrafo hondureño era director de cámaras del programa de humor Los Verduleros, que se emitía en el canal de televisión hondureño Hable como habla (HCH), un medio donde se dieron a conocer distintas denuncias sobre la corrupción de autoridades gubernamentales de ese país y ya habían sufrido otros atentados.
Mientras tanto, el gobernador panista Miguel Ángel Yunes se congratulaba del descenso de ejecuciones, los homicidios y los secuestros habían disminuido tras una reunión semanal con el gabinete de Seguridad del Estado, encabezada por el Grupo de Coordinación Veracruz.
Rivera se suma a los 22 periodistas asesinados en el estado de Veracruz desde 2010, de acuerdo con datos de la organización Artículo 19. Una muestra más de que en esta democracia de los ricos el periodismo crítico se castiga con la violencia y la muerte. |