Pasadas las 22 del domingo Jorge Lanata volvía a desembarcar en la pantalla de El Trece dispuesto a trabajar para la campaña electoral. Con su regreso comenzaba un verdadero show de carpetazos, acusaciones cruzadas y maniobras judiciales que se fue acelerando con el correr de las horas.
Tras las primeras escuchas que viralizaron el famoso “¡Yo, Cristina pelotudo!”, el programa PPT dio a conocer nuevos audios entre Cristina Fernández y el extitular de la AFI, Oscar Parrilli. En ellos se los escucha hablar sobre las distintas acusaciones judiciales que enfrenta la exmandataria y sus opiniones sobre distintas figuras de la política como Margarita Stolbizer y Sergio Massa.
CFK- Viste que la Stolbizer está loca con lo que dice. Aparte metió la pata con la última denuncia, mal. Es mala, mala hija de puta. Aparte el que la manda a hacer eso es Sergio Massa
OP- Sí, yo no tengo dudas de eso
CFK- Hay que embocarlo también a ese hijo de puta
Rápidos de reflejos, los referentes de 1País salieron a responder públicamente para aprovechar el regalito en el prime time del domingo. “La lógica del daño la viví en carne propia cuando metieron a un tipo de inteligencia en mi casa. Con esas cosas no asustan a nadie. Ni en 2013 cuando le frenamos el sueño de Cristina eterna, ni ahora”, resaltó el exintendente de Tigre. “El reconocimiento de habernos ’armado’ causas y buscar ’embocar’ a Sergio Massa debe ser investigado. Está claro que molestamos”, twitteó rápido la líder del GEN.
Carpetas van, carpetas vienen
Las escuchas difundidas en el programa preferido de Cambiemos fueron sólo un primer plato de lo que seguiría en las primeras horas del lunes. Cerca del mediodía se conoció la imputación a Fernanda Vallejos, precandidata a diputada de Unidad Ciudadana. Según el fiscal Delgado, Vallejos habría omitido en al momento de ingresar a trabajar en el Senado que también trabajaba en Diputados y en el Ministerio de Economía.
Apenas una hora después, los diarios se hacían eco del procesamiento y el embargo que determinó el juez Luis Rodríguez contra Martín Sabbatella por $ 10 millones. El extitular de la AFSCA es investigado por el supuesto desvío de fondos para favorecer a organizaciones políticas con las que tenía afinidad.
Casi en simultáneo se conocía el plato fuerte de un día cargado en el Poder Judicial: Claudio Bonadío procesaba a De Vido por “defraudación” y lo embargaba por $ 1.000 millones. Poco después, Clarín se hacía eco de una supuesta declaración de pasillo en la cual el exministro de Planificación habría asegurado: “Que el Gobierno siga jodiendo y yo voy a dar a conocer las cuentas”.
La frase, lógicamente, tendría como destinatario al círculo íntimo de la familia Macri y sus ya famosos negocios multimillonarios con el Estado, donde resaltan los nombres de Franco Macri y Nicolás Caputo.
Te puede interesar: 1.000 millones de pesos: el embargo récord de un juez a De Vido
Finalizando la tarde, el pedido de indagatoria a Gils Carbó por las posibles irregularidades en la compra de un edificio para Procuración cerraba el show de carpetazos, al menos por el momento.
El show debe continuar (o recién empieza)
La “agenda electoral” del Gobierno, los jueces y la casta política está muy alejada de la realidad. Mientras el Palacio de Tribunales, las fiscalías y los juzgados se convierten en verdaderas oficinas de campaña donde se tejen operaciones de todo tipo, la realidad de millones es muy distinta de la que muestran los grandes diarios y canales de televisión.
Los políticos de los partidos tradicionales como el PRO y el Frente para la Victoria cuentan sus millones mientras millones apenas cuentan monedas.
Según el estudio realizado por la Universidad Católica Argentina, 7,6 millones de niños menores de 18 años son pobres y sufren todo tipo de carencias. Estamos hablando de seis niños cada diez.
En el último mes, los números del desempleo alcanzaron a nivel nacional el 9,2 % mientras que en la Provincia de Buenos Aires llega al 11,3 %. La oleada de despidos que registra los resonantes casos de PepsiCo, Atucha, Hutchinson y Wallmart, por sólo nombrar algunos, muestra una tendencia donde se profundiza el ataque a las condiciones de vida de la inmensa mayoría de los trabajadores.
El contraste es enorme y también puede verse ante la actitud del Poder Judicial. Las denuncias de corrupción brotan como el agua para luego terminar en el olvido o sobreseyendo a quienes se enriquecen con la función pública. Del otro lado, los trabajadores de PepsiCo que enfrentan el cierre se movilizarán a los tribunales de San Isidro para reclamar contra el pedido de desalojo solicitado por la empresa y avalado por la fiscalía.
Para los grandes medios, políticos, jueces y empresarios, mejor no hablar de ciertas cosas. | 
