La jornada del día de hoy estuvo signada por el accionar brutal, heridos con palazos, balas de goma, gas lacrimógeno y pimienta por parte de la Policía Bonaerense y la Gendarmería.
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Además, al interior de la planta, la fuerza del Estado comandada por el Ministro de Seguridad Cristian Ritondo rompió un caño maestro de gas el cual alimentaba a la fábrica. Eso fue rápidamente solucionado por los trabajadores de PepsiCo y los vecinos que vieron peligrar su vida por la negligencia de los represores.
Parece ser que todo este accionar de la Policía Bonaerense tuvo su premio, como buen perro recibe su hueso.
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La imagen que ilustran la nota muestra a policías que participaron de la represión llevando una bolsa con el logo de la multinacional que despidió ilegalmente a 600 trabajadores. ¿Un souvenir para agradecer el brutal desalojo?
Cuando se habla de convivencia entre poder empresarial – político – policial para muestra, solo hace falta un “botón”.
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