¿Cómo ves el panorama electoral en la provincia?
Está dividido en tres tramos. Me parece que se cortan Unión por Córdoba y Cambiemos arriba, donde de hecho polarizan con esa intención. Después hay un segundo lote donde está el FIT con Liliana Olivero y Carro del kirchnerismo, con Olivero un poco más arriba, y luego el resto muy lejos.
Tanto Unión por Córdoba como Cambiemos dijeron que va a ser una campaña de baja intensidad, creés que va a ser así o puede haber tensiones?
Vamos a una campaña con picos, donde va a haber momentos de “plancha” y otros de más tensión, como sucedió con la última visita de Macri. Hasta ahora, los cruces habían sido periféricos, entre Daniel Passerini y Marcos Peña, entre Nicolás Massot y Carlos Gutiérrez. Ese día Schiaretti le sacó el micrófono a Macri de las manos, aunque el lenguaje gestual entre ellos mostraba complicidad.
El radicalismo dice que la diferencia entre Cambiemos y Unión por Córdoba es la relación con el kirchnerismo, van a acusar a De la Sota y Schiaretti de haber ido con el kirchnerismo. Unión por Córdoba va a cuidar el cordobesismo a morir.
No veo que el escándalo de Odebrecht se cuele en la campaña, a no ser que aparezca alguien en Brasil y que diga que el gobierno de Córdoba está involucrado en coimas o algo por el estilo. Creo que la corrupción que la oposición denuncia, acá en Córdoba no explotó. Por eso la oposición se fue a denunciar a la justicia federal.
Después de octubre se verá cómo sigue la relación entre Macri y Schiaretti. Si Macri pierde por gran diferencia en Córdoba, Santa Fe y Provincia de Buenos Aires, y si además Cristina es senadora, no le va a quedar otra que aliarse a Schiaretti. En ese escenario, va a necesitar un gobernador peronista de aliado, de una provincia grande donde él tiene buena imagen. O sea, Córdoba. Atrás de Schiaretti irían Urtubey, Peppo, Uñac, Corpacci, Manzur, etc. Macri, siempre en una hipotética derrota, va a necesitar recostarse en ese peronismo republicano para gobernar.
De todos modos, a Macri no le importa que Baldassi le gane a Llaryora en las PASO, le importa octubre, donde necesitan meter 5 diputados. No es lo mismo que Diego Mestre quede adentro que afuera, porque entonces el resto del radicalismo le va a facturar a su hermano Ramón la pérdida de un diputado, reavivando la interna que existe en la UCR. En cambio Unión por Córdoba está obligado a ganar ahora. Es una necesidad del PJ cordobés
¿Qué opinás de las listas que se presentaron?
La lista de Unión por Córdoba es una lista que trata de venderse como la renovación. Necesitan nombres nuevos y el vicegobernador Llaryora entra en esa categoría. El problema es que les cuesta instalarlo como candidato. En el gobierno preocupa el bajo nivel de conocimiento que tienen sus candidatos. Si Llaryora es poco conocido, a Cassinerio no lo conoce nadie. A Passerini lo pusieron cuarto porque es delasotista, Schiaretti necesitaba asegurarse que la gente que llegue al Congreso, le responda completamente, en el marco de la disputa interna que existe con el delasotismo.
El kirchnerismo está disperso. Buscarán acercarse a la elección que hizo Carolina Scotto en el 2013. Pero hay votantes dentro de sus filas que no se identifican para nada con la lista y me parece que les va a costar mucho esta elección.
Para el Frente de Izquierda fue muy bueno que hayan logrado la lista de unidad a nivel nacional. Lo de la banca rotativa también es una buena herramienta para que todos participen.
El PTS en el FIT propone reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días, con un salario mínimo que cubra la canasta básica familiar: ¿Qué te parece la propuesta?
Me parece que en una campaña muy abstracta, lo más concreto puede llegar a ser eso hasta ahora. Si hilás fino, ningún candidato tiró algún proyecto concreto hasta el momento.
¿Qué opinás de la reacción de los gobiernos sobre las cifras de la pobreza y el desempleo?
Los índices de la pobreza parecen no importarle nada al gobierno nacional. Ahora están discutiendo los números que dio a conocer la UCA. Lo mismo acá en la provincia. Todos optan por dudar de los números en lugar de encarar seriamente el problema y tener que pagar el costo político.
Por último: ¿Cómo es hacer periodismo político en Córdoba?
Hay líneas de los medios, eso no está en discusión. De todas formas una cosa es el dueño del medio y otra cosa es el periodista. Por ejemplo, el kirchnerismo no entendió nunca que La Mañana de Córdoba le pegara. Lo mismo es hoy con el macrismo, no pueden bancarse que Clarín le ponga una tapa en contra, cosa que pasa cada tanto, pero pasa.
La Voz del Interior cuida las relaciones. Saca un domingo una tapa fuerte nacional y al siguiente una fuerte de la provincia. Trata de buscar el equilibrio. Distinta es la situación de canal 12 y Cadena 3, donde el alineamiento con el gobierno es clarísimo. Mario Pereyra, con la radio más escuchada del interior del país, jugó y juega para Macri abiertamente.
En Córdoba es mucho más tranquilo hacer periodismo político que en Buenos Aires. Acá no tenes grieta, no tenes un Página y un Clarín tirándose todo el tiempo. En Córdoba no hay un Lanata versus un Víctor Hugo que sirven para alimentar la grieta. | 
