Escribimos esta nota para abrir un debate con el rectorado y el Consejo Superior de la UNLa y la conducción de la Federación Universitaria de Lanús acerca de su ubicación durante el conflicto de PepsiCo. De la misma manera que ellos, tanto dentro como fuera de la universidad, se reivindican parte del espacio de Unidad Ciudadana conducido por Cristina Kirchner, los militantes de En Clave ROJA y Contraimagen somos parte del Frente de Izquierda. Sin embargo no creemos que sea esta la nota donde debatamos nuestras diferencias ideológicas. Queremos discutir de cara a todos los estudiantes de la UNLA las razones por las cuales las autoridades y la Federación decidieron darle la espalda a las obreras de PepsiCo a pesar de nuestros múltiples intentos de sumarlos a la pelea. Creemos que en el marco de una redoblada ofensiva en los ataques del gobierno de Macri en contra de las conquistas de los trabajadores en particular y de la población en general las universidades no pueden ser islas ajenas a lo que pasa afuera. Opinamos que sólo las mezquindades políticas, que incluso contrastan con la solidaridad de otros referentes de Unidad Ciudadana, son lo que impide a la FUNLA y a las autoridades de la universidad sumarse con todas sus fuerzas a la pelea.
Defender la educación también es defender el derecho al trabajo
Hace un mes las autoridades y la FUNLA realizaron una clase pública en nuestra universidad con referentes de Unidad Ciudadana, rectores de otras universidades nacionales y contaron con la presencia de Hebe de Bonafini. Allí hablaron de los ataques del gobierno de Macri a la educación, el constante retaceo a la dignidad docente y a los programas de becas para los estudiantes, el destrato a los que “caen” en la educación pública, los ataques a la Universidad de las Madres, y la pelea por la autonomía universitaria. Hebe de Bonafini llamó a los presentes a resistir los ataques de Macri, como se resistió durante el menemismo y la dictadura.
Pocos días después se desata el conflicto en la planta de PepsiCo, donde 600 familias se quedaron en la calle porque una empresa que ganó más de 4 mil millones de dólares en el último año argumentaba pérdidas y montó un preventivo de crisis trucho. Esta historia es la misma que se vive en todo el país, donde ya se han perdido 200 mil puestos de trabajo producto de las políticas de ajuste de Cambiemos. Pero las obreras de PepsiCo no se volvieron a su casa con la cabeza gacha. No. Ante esto las trabajadoras, en su mayoría mujeres y madres con más de 20 años de antigüedad que saben que no van a poder conseguir otro trabajo, decidieron en asamblea tomar la planta para resguardar sus puestos de trabajo y pidieron la solidaridad de todas las organizaciones políticas y sociales. El conflicto rápidamente se convirtió en una vitrina, un ejemplo de cómo enfrentar el ajuste de Macri y las reacciones de solidaridad no se hicieron esperar: desde los mensajes de apoyo de cientos de lugares de trabajo hasta los vecinos de la zona acercandose a los acampes para ayudar a los trabajadores fueron miles los que tomaron en sus manos la lucha de PepsiCo. Ante este escenario, los militantes de En Clave ROJA y Contraimagen de la UNLA intentamos sumar a la pelea a nuestra Universidad porque sin trabajo no hay educación.
¿Burocracia administrativa o poroteo político?
Luego de recibir negativas por parte de la conducción de la FUNLA y de que las autoridades nos exigieran una presentación formal en la mesa de entrada del Consejo Superior, realizamos la nota aun sabiendo que la iban a tratar recién ¡un mes después de la presentación! La lucha de las obreras y el apoyo de la UNLA quedó sometido a la burocracia interna cuando de lo que se trataba era de sumar apoyos, aunque sea a título personal, para rodear de solidaridad el conflicto. Mientras en otras universidades, como en Filo y Sociales de la UBA, ponían 10 mil pesos para el fondo de lucha e incluso se acercaron a la planta a llevar su solidaridad como en el caso del Decano de Sociales, en la UNLA seguíamos sin recibir respuesta.
La solidaridad siguió llegando desde instituciones terciarias, universidades del Conurbano como la UNQ, centros de estudiantes, comisiones internas, comisiones internas, sindicatos como el Subte y los SUTEBAs combativos. El Sindicato de Camioneros se sumó a una medida de bloqueo de bloqueo de portones de la planta que la empresa tiene en Mar del Plata. Se sumaron también diputados de distintos espacios políticos además de la bancada del FIT y otros partidos de izquierda o referentes de este espacio como Luis Zamora, también Leo Grosso del Movimiento Evita y diputados del FPV, también se sumaron personalidades del arte y la cultura, referentes de los organismos de Derechos Humanos, Madres de Plaza de Mayo como Nora Cortiñas y la misma Hebe de Bonafini, hasta el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel se sumó al reclamo contra la empresa. Las federaciones universitarias de Buenos Aires y de La Plata también se sumaron al repudio a los rumores de desalojo. A esto hay que sumarle la solidaridad de miles y miles de personas no agrupadas en ningún espacio, que expresan su rechazo a la empresa sumándose a la campaña por el boicot a los productos de la marca PepsiCo y la de los vecinos que incluso bancaron el desalojo junto a las obreras.
Frente a todo este gran movimiento solidario que excedía las identificaciones partidarias las autoridades de la UNLa y su Federación guardaron un silencio inexplicable. Seguían sin pronunciarse a pesar de nuestros múltiples intentos para que lo hagan. Al día de hoy nos seguimos preguntando ¿por qué no dijeron una sola palabra cuando las obreras más los necesitaban? ¿Será que Jaramillo piensa igual que Ritondo y Bullrich que decían que el cierre es culpa de la izquierda?
Mucho ruido y pocas nueces
Recién la semana pasada, luego de que la brutal represión que desalojara a las obreras de PepsiCo de la planta se haya transmitido casi en una cadena nacional y haya cosechado el repudio generalizado de la población, y de un amplio arco político la Federación Universitaria de Lanús (FUNLA) sacó un escueto comunicado sumando su rechazo a la represión de Macri y de Vidal. Pero no hizo nada más. Los militantes de En Clave ROJA y Contraimagen de la UNLa intentaron comunicarse con las autoridades de la FUNLA durante días, por todos los medios (los llamaron por teléfono, les mandaron mensajes de texto, les escribieron a la página de la Federación y a sus facebook personales, etc) para invitarlos a sumarse a la pelea por defender la planta del desalojo y la represión, rodear de solidaridad el conflicto y aportar económicamente a la lucha de las compañeras.
Cuando vimos el comunicado que sacaron desde la carrera de Justicia y Derechos Humanos los invitamos a participar de la reunión de solidaridad el día sábado, donde participaron cientos de referentes antes nombrados. Tampoco nos respondieron. Opinamos que sacar un papel para las redes no es suficiente, y que los recursos de la Universidad y de la Federación tienen que ponerse al servicio de esta gran pelea. Como discuten todos los diarios, la lucha de PepsiCo demoró la discusión de la reforma laboral que buscaba aumentar la edad jubilatoria y retacear conquistas de todos los trabajadores. Le preguntamos a los compañeros ¿De verdad son tan mezquinos de no participar de una pelea que está frenando los planes de Macri?
El día de mañana está planteada una importante movilización, acordada en la reunión de solidaridad día sábado para que la empresa haga efectivo el fallo de reinstalación de la Cámara Laboral dictado horas después de la represión. Volvemos a llamar a la Federación y a las autoridades a que revean su posición y se sumen a la pelea. Queremos también hacer parte a los miles de estudiantes de la Universidad, los agrupados y los que no, para que juntos le quebremos el brazo a PepsiCo y a las patronales que fogonea el ajuste. Mañana tenemos una cita de honor todos los que defendemos la universidad pública, porque esa pelea está indisolublemente ligada a la defensa de los puestos de trabajo.
Luego de la represión, en su marcha de los jueves en Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini cargó contra quienes no estuvieron presentes para enfrentar el desalojo: “Les pido perdón, mucho perdón, un perdón muy hondo por los que no fueron. Ojalá yo fuera más joven, hubiera estado ahí, como fui muchas veces", expresó. "Me da tristeza, dolor, vergüenza", agregó ¿pedía perdón también por el faltazo de las autoridades y de la Federación?
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