El hecho sucedió el pasado jueves en una vivienda del Barrio 22 de Diciembre de esta ciudad. Según los relatos de los vecinos y familiares ese día se escucharon fuertes gritos y discusiones entre la pareja, que terminaron con el peor desenlace.
Beatriz Cayo, de 39 años, tenía heridas externas e internas y llegó sin vida al hospital Pablo Soria. Su pareja la había asesinado a golpes, de hecho fue él mismo quien llamo al SAME cuando la "descubrió" tendida en el suelo y sangrando.
En el día de ayer se dieron a conocer los exámenes médicos y la autopsia que determinaron que fue asesinada a golpes por su pareja, el fiscal de la brigada de Investigaciones en lo Penal N° 5 ordenó la detención del hombre calificando al caso como "homicidio agravado por el vínculo".
Este es el séptimo femicidio registrado en la provincia en lo que va del año 2017 (10 casos en 2016) y, por más demagogia del actual gobierno de Gerardo Morales y de su Secretaría de Paridad de Genero o los juzgados especializados la violencia machista, Jujuy sigue teniendo el triste mérito de encabezar el índice de femicidios per cápita. Los casos mas aberrantes de femicidios siguen sucediendo mientras el gobierno no toma las medidas más elementales para paliar la violencia machista.
En el marco de la campaña electoral, tanto el gobierno de Morales como la actual candidata por el PJ Liliana Fellner hacen demagogia con políticas de género miserables que no suponen ningún cambio fundamental en la vida de las mujeres. Tanto el PJ como el radicalismo que han gobernado por años nunca tuvieron la voluntad política de exigir un plan serio e integral de emergencia contra la violencia machista. Ellos, en el poder del estado, por el contrario, son responsables de haber mantenido y empeorado la situación de las mujeres. Es el mismo Estado que deja sin trabajo a mujeres que son sostenes de familia, empeorando sus condiciones de vida.
Es por eso que desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas en el Frente de Izquierda exigimos al estado nacional y provincial la urgencia ya de un plan integral contra la violencia machista, con impuestos que se les puede cobrar a las grandes empresas mineras y agrarias habría presupuesto y se podrían construir refugios, planes de vivienda y de trabajo, que son medidas elementales pero urgentes y necesarias para las mujeres. |