Imagina llegar a tu lugar de trabajo y que en el portón te sorprenda un cartel con el siguiente mensaje “Cese de Operaciones”. Pues esa fue la situación, que de un día para otro, golpeó a los trabajadores y trabajadoras de la fábrica productora de alimentos Pepsico en Florida, Buenos Aires, Argentina.
¿Los motivos?
Mientras la empresa asegura que las ganancias son bajas y que otra planta de la multinacional, ubicada en Mar del Plata puede suplir funciones productivas de esta central a menor costo, los trabajadores y trabajadoras aseguran que el problema es político.
Hace años, desde el 2001, las trabajadoras de Pepsico, trabajadoras que son madres solteras jefas de hogar, mujeres que con 8 meses de embarazo deben llevar el pan a la mesa, mujeres jóvenes que se han visto empujadas a mantener una familia, todas ellas con sus cuerpos aquejados por enfermedades como discopatías, artritis, ampollas en los pies producto de las extensas jornadas laborales han tomado conciencia de cómo el yugo del patrón les ha quitado la vida y de cómo esa energía la podrían utilizar en organizarse y luchar contra esta brutalidad, en palabras de Catalina Balaguer militante de Pan y Rosas Argentina y obrera de Pepsico “si toda esa energía que la malgastamos porque solas solitas nos sometemos a esas dieciséis horas, la usáramos para defender que nosotras tenemos que trabajar menos, que tenemos que tener una guardería, que tenemos que cuidarnos más en la salud... si la usásemos nosotras podríamos no solamente darle bienestar a nuestros hijos sino dedicarnos a expandirnos nosotras. Yo por ejemplo tengo turno fijo, alquilo, soy sola y todo depende de mí y quiero expandirme, quiero educarme, estudiar, quiero ser alguien. Las cosas esenciales y básicas de todo ser humano no pueden ser reemplazadas por el vil dinero y la explotación” .
Así es como comienza la lucha contra la precarización laboral, por mejoras salariales, comienzan las movilizaciones por igual trabajo igual salario al interior de la fábrica, por el derecho a salacuna y a licencia por enfermedad de hijos e hijas, todo esto de la mano de sus compañeros varones ya que la lucha por los derechos de la mujer es también lucha de la clase obrera. Concretamente, acompañadas de la agrupación de mujeres Pan y Rosas y PTS (organización hermana del PTR), levantan comisiones de mujeres que llevan adelante estas demandas.
Desde el 2015 las trabajadoras de la fábrica realizan acciones por #NiUnaMenos, este 8 de Marzo la planta en cuestión cesa su producción completa en conmemoración del día de la Mujer Trabajadora, se rompe con el corporativismo sindical. El protagonismo es de las mujeres, motivo suficiente para cerrar la fábrica ya que esta lucha les ha impedido imponer la flexibilización laboral.
Una lucha que continúa...
Ya ha pasado más de un mes desde que la empresa cesó la producción y el mismo tiempo es el que las ahora ex trabajadoras de Pepsico acampan en las afueras de la fábrica exigiendo el reintegro a sus puestos de trabajo. Más de un mes es el que llevan sin tener un salario, pero estos límites no detienen a las Leonas, tampoco las frena la triple explotación a la que se enfrentan como mujeres, jefas de hogar y obreras porque ahora son conscientes de sus cadenas y de quienes son las los responsables: el Estado burgués y sus patrones. Se han convertido en sujetas políticas.
Este proceso debe ser tomado como ejemplo por las y los trabajadores así como también por los estudiantes para sacar lecciones. Un gobierno patronal que reprime violentamente con sus policías las luchas de los trabajadores y trabajadoras no nos va a garantizar nuestros derechos, no garantiza trabajo ni educación, ni salud ni vivienda, sólo cuida las ganancias de los capitalistas.
Nicolás del Caño ex diputado y ex presidenciable y Myriam Bregman, ex diputada y actual candidata a diputada, ambos militantes del PTS proponen una ley que permita la expropiación de las empresas que quiebren y que pasen a ser controladas por sus trabajadores, de modo que ninguna familia quede en la calle. Así como en Argentina, hoy en Chile levantamos candidaturas que lleven las demandas de las mujeres, la juventud, la diversidad sexual, la clase obrera y todos los sectores oprimidos al parlamento. A modo de tener una voz, una tribuna en el.
Así como El PTS y Pan y Rosas solidarizan con la demanda de las y los trabajadores de Pepsico, esperamos que muchas otras organizaciones puedan mostrar su apoyo para fortalecer la lucha por la justa reincorporación. |