Este viernes, Junts pel Sí y la CUP votaron la ley de Hacienda catalana y firmaron la ley del referéndum del 1O q presentarán el lunes en el Parlament. Todo indica que Junts pel Sí sigue con su política de declaraciones mientras no organiza el referéndum.
La respuesta del gobierno español no se hizo esperar. Luego de la reunión de gabinete el Gobierno anunció q impugnará la reforma del reglamento del Parlament catalán.
Por su parte, la Comisión jurídica de la patronal catalana emitió un informe referido a la reforma del reglamento del Parlament y el proceso independentista en Catalunya. La clave de dicho documento consiste en señalar el peligro de una hipotética “declaración unilateral de independencia”. La patronal catalana considera que la “ley de referéndum” aprobada tan solo por lectura única es contraria a derecho.
Los empresarios alertan que la ley impulsada por Junts pel Sí y la CUP significará "ejercicio de enorme irresponsabilidad política de consecuencias impredecibles". Y, por supuesto, el informe de los juristas señala que el derecho internacional no avala ejercer el derecho de autodeterminación de Catalunya. Un argumento hipócrita, ya que el derecho internacional sí avaló la “balcanización” de la antigua Yugoslavia, bajo el manto de Alemania y “su” Unión Europea.
Uno de los argumentos esgrimidos es que falta un acuerdo entre todas las bancadas para impulsar el Referéndum del 1O. No puede ser que solo 2 de las 6 bancadas lo apoyen o 72 diputados de los 135. Sin embargo, lo que “olvida” el empresariado catalán es que las encuestas hace años que indican que un 70-80% de la población quiere votar su relación con el Estado español. Evidentemente eso no es importante para ellos.
El informe concluye "El texto constituye una norma excepcional que como tal se sitúa por encima de las leyes del Estado español y de la doctrina del Tribunal Constitucional". Esta es la gran preocupación de la patronal catalana: que nada afecte sus negocios amparados por la reaccionaria Constitución del 78 y sus instituciones. Y, por ello el Presidente del Cercle d’Economia, Brugera, coincide con el Gobierno de Rajoy en pedir “que la acción de su Govern se acomode en el margen de la ley”.
El gran empresariado catalán es consciente que de desarrollarse el movimiento por la autodeterminación nacional, podría ser peligroso si se convirtiera en un movimiento para decidir sobre todo: retroceder los recortes, juzgar todos los casos de corrupción, estudiar cómo el presupuesto público se regala a las grandes empresas, acabar con el paro y la precariedad laboral, encontrar la relación entre los grandes empresarios y los políticos de turno, etc. Y eso, pone en riesgo no solo sus negocios, sino sus propiedades.
“La pela es la pela”
La gran burguesía catalana se llenó de euros y de pesetas durante los 23 años de pujolisme y los años de Tripartit. La democracia para ricos que nació gracias a la transición española y el estado de las autonomías fue su gran plataforma económica que la proyectó al resto del Estado y al mundo. Más de 40 años vaciando las arcas públicas en su provecho.
Esto demuestra que el derecho de autodeterminación no será conseguido buscando el apoyo de la gran burguesía catalana, sino que por el contrario, de hacerse cuenta con la clara oposición como manifiestan Foment y el Cercle d’Economia. La burguesía catalana organiza todos sus negocios y deja algunas migajas para sus socios menores y unas pocas monedas para los trabajadores y el pueblo pobre.
Por ello es imposible celebrar un referéndum de autodeterminación vinculante, es decir, decisorio a través de los agentes políticos de la burguesía, como son la reconvertida Convergència y Esquerra (ahora en Junts pel Sí). Durante años la estrategia de Mas-Puigdemont-Junqueras ha sido marcar el paso en el mismo lugar.
Una enorme parte de la población quiere votar el 1O. Y está ilusionada por el anuncio dela convocatoria realizada por Puigdemont. Sin embargo, no sólo no está convocada oficialmente, sino que no está organizado el mismo referéndum: no hay convocatoria a la movilización social, a ese 80% que quiere votar. Ante las graves amenazas de Rajoy y el TC no hay preparación alguna.
¿Cómo cree JxSí que se hará el Referéndum, sin luchar contra las maniobras del Gobierno de Rajoy? JxSí no nos lleva a un referéndum de autodeterminación, sino a desactivar el movimiento por el derecho a decidir, a una nueva derrota. Los dirigentes y diputados de la CUP le dan la mano en este camino que como mucho nos lleva a un nuevo 9N, a menos que las masas tomen en sus propias manos la realización del 1-O, de forma independiente de todos los agentes de la burguesía catalana, la grande, la mediana y la pequeña. |