Juega a ser opositora y quieren proyectarla como la cara “honesta” que edulcore el conservadurismo de Massa y de los peronistas de derecha que la acompañan.
“Nos estamos haciendo cargo nosotros de algo que hay que reclamarle a la justicia”, afirmó Margarita. “Hay que excluir a De Vido, no por falta de idoneidad moral (…) yo creo que la cámara tiene atribuciones para excluirlo de su seno por razones políticas, (es) una forma de sanear las instituciones”, agregó en una entrevista con TN.
Hay que tener audacia para superar por derecha a Cambiemos. Y Stolbizer lo logró. A la candidata no le alcanzó con respaldar la propuesta del Gobierno de excluir a Julio De Vido de la Cámara de Diputados sino que propuso hacerlo “por razones políticas”, limitando aún más los restringidos derechos democráticos de la democracia para ricos que ella defiende. ¿Dónde quedó tu republicanismo, Margarita?
Después de haber acompañado el show electoral montado en la Cámara, la actual diputada por el GEN sentenciaba: “Viví el debate mal, con mucha preocupación (...) me pareció que fue de muy bajo nivel y que hubo un aprovechamiento electoral de una situación que es realmente grave”.
Es que luego de pasearse por los pasillos de todos los canales de televisión denunciando a De Vido, en lo que se convirtió casi en su única propuesta de campaña, salió a diferenciarse de Cambiemos para que, al menos el rédito político (de enfrentar sólo la corrupción del gobierno anterior), no se lo llevara otro y tratar así de parecer un espacio opositor.
La lucha contra la corrupción siempre fue y sigue siendo su “caballito de batalla” en campaña. En su historia como legisladora presentó una serie de denuncias pero todas inconducentes, pues a lo que Margarita se dedica es tratar de acomodarse electoralmente y, de paso, ocultar que la corrupción no es más que un síntoma de un todo un sistema social que está al servicio de una ínfima minoría, los capitalistas.
Muy diferente fue lo que planteó el Frente de Izquierda y el PTS con su diputada Natahalia González Seligra: “no alcanza denunciar la corrupción sólo de un lado” y denunció que “atacan a la izquierda porque queremos imponer otra agenda, traemos los problemas de cientos de miles de despidos que hay en el país”.
Margarita es diputada hace veinte años. Oriunda de Morón, distrito de la provincia de Buenos Aires. Se recibió de abogada en 1978. Comenzó su militancia política en la Juventud Radical formando parte de un agrupamiento interno, la Corriente de Opinión Nacional (CON) de la UCR, liderado por Federico Storani. El mismo que fuera Ministro del Interior del gobierno de De la Rúa y que sólo unos días después de haber asumido en 1999 ya era responsable de un desalojo con 2 manifestantes asesinados y decenas de heridos en el puente que une la provincia de Chaco con Corrientes. La represión, los muertos y heridos y la impunidad de esos hechos no fueron suficientes para que la candidata “progresista” rompiera con el centenario partido radical.
Por el contrario, se ve que aprendió muy bien de su “mentor”, pues en el 2000, como parte de la Alianza, Margarita fue presidenta de Comisión de Trabajo y férrea defensora de la Ley de Reforma Laboral que significó un terrible avance precarizando las condiciones de vida de millones de trabajadores. A pesar de los escándalos por soborno que acompañaron la discusión de esa ley, Margarita se disciplinó al histórico gorilismo radical, votando a favor de la tristemente conocida Ley Banelco (Ley 25.250 que fue votada en 2000, mediante la compra de voluntades de varios legisladores)
En 2001, cuando el gobierno de De la Rúa se venía a pique, llegó el turno de Domingo Cavallo como ministro de Economía. Margarita daría su apoyo a la ley que otorgaba, al entonces ministro, los llamados «superpoderes». Una medida para asegurar las reformas noventistas que pedía el Fondo Monetario Internacional y entregar el poder político al Ejecutivo pudiendo éste, por ejemplo, dictar leyes sin necesidad de recurrir al Congreso, es decir, avalando medidas antidemocráticas. Otra vez sapo.
Saltimbanqui
En 2007, junto a otros radicales, defendió que la UCR apoyara la candidatura presidencial de Elisa Carrió, ex afiliada radical. Ante la decisión de la UCR de apoyar la candidatura de Lavagna, Stolbizer abandonó el partido de sus orígenes, pero nunca su gorilaje. Por aquellos años decidió integrarse a la Coalición Cívica, siendo designada candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Al mismo tiempo organizó un partido político nuevo, bajo la denominación de Generación para un Encuentro Nacional (GEN).
En 2008, como lo hiciera su antigua aliada “Lilita” Carrió, apoyó a los sojeros de la Sociedad Rural, quienes iniciaron un lock out patronal en el campo para impedir que les suban los impuestos a sus multimillonarias rentas. Profundizó este rumbo en 2011, conformando el Frente Amplio Progresista (FAP) integrado por el Partido Socialista, el GEN, Libres del Sur y el Partido Socialista Auténtico que llevaría de candidato presidencial al gobernador pro sojero Hermes Binner. En las elecciones legislativas de 2013 formó parte del Frente Progresista, Cívico y Social, encabezando la lista de diputados nacionales, secundada por Ricardo Alfonsín.
Luego fue parte del rejunte electoral de 2013 que dio lugar a FAUNEN (Frente Amplio UNEN, integrado por la Coalición Cívica ARI, Proyecto Sur, Libres del Sur, el Partido Socialista, el Partido Socialista Auténtico, la Unión Cívica Radical y el partido GEN), que tuvo corta vida, ya que un sector se pasó rápidamente al campo del PRO.
Para las presidenciales de 2015 Margarita se presentó como candidata por la alianza “Progresistas” (GEN, PS y Libres del Sur) obteniendo el cuarto lugar con el 2,51 % de los votos, detrás de Nicolás Del Caño del Frente de Izquierda.
El GEN, en esas mismas elecciones, aceptó hacer acuerdos provinciales con Cambiemos, como en la provincia de Jujuy donde armaron un frente con el PRO, la UCR, al Frente Renovador y el Partido Socialista, con el objetivo de derrotar al kirchnerismo y lograr la victoria de Gerardo Morales, cuya primera medida después de asumir fue meter presa a Miagros Sala.
Como en el ballotaje, cuando Margarita dejó entrever que quería que gane Macri. La candidata declaraba por aquellos días: "No votaría a Scioli porque Scioli es claramente la continuidad de este gobierno", afirmando que en las elecciones presidenciales se había expresado “una clara voluntad popular de cambio”.
La escuela del “progresismo” argentino demuestra en cada oportunidad que su lucha por la “igualdad y la decencia”, eslogan de Margarita, es una cortina de humo para finalmente terminar pactando con la derecha.
En plena campaña electoral de 2015 Stolbizer declaraba que “Scioli, Macri y Massa son lo mismo” (...) “No solo cuando uno los escucha, sino que los tres se disputan cuál es el más reaccionario. (...) Todos ellos registran el antecedente de haber formado parte de la década del ’90, de la depredación total de la Argentina, cuando las privatizaciones dejaron a millones de personas sin empleo y se generó el germen de la corrupción”.
Pero solo unos meses después, una vez instalado Macri en el gobierno, la candidata se entrevistó con los nuevos funcionarios. La titular del GEN, en un giro de 180 grados , se comprometió a "colaborar con el nuevo gobierno”. Durante este año se declaró una “oposición coherente” al gobierno nacional en el Congreso para después enfrentarlo discursivamente por el debate sobre la expulsión de De Vido.
Luego del desastroso desempeño en las últimas elecciones presidenciales estaba abierta la lista de pases. A punto de terminar su mandato, después de casi veinte años continuos como diputada (1997-2001, 2001-2005 y 2009-2013), Stolbizer buscaba una nueva tribuna desde donde pregonar su “decencia y transparencia”.
Aunque el bloque massista cumple un rol de primer orden en la legislatura provincial que le asegura a Vidal la implementación de la política PRO, eso no fue impedimento para que Stolbizer aceptara ser socia de Massa.
Por su lado, Massa necesitaba un barniz de honestidad “anticorrupción” que pudiera amenizar su propio conservadurismo y el del peronismo que lo acompaña. Esta confluencia de intereses dio lugar a la Alianza 1País.
Como frutilla del postre Felipe Solá se sumaba para ser una “renovación” en la política. El candidato es un viejo conocido, un viejo personaje nefasto para Argentina. Fue menemista, duhaldista, kirchnerista y candidato de la alianza Unión-Pro, de Macri y Francisco de Narváez. Pero hay dos hechos por los que Solá integra la lista de enemigos del pueblo trabajador: él fue el vicegobernador de Carlos “mete bala” Ruckauf y su sucesor tras la crisis de 2001; y ya como gobernador bonaerense fue uno de los autores intelectuales de la Masacre del Puente Pueyrredón e incluso se dio el lujo de condecorar al comisario Alfredo Fanchiotti, el mismo día que eran asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
En campaña
A poco de iniciarse la campaña electoral, laAlianza 1País ya preparaba su show electoral. Massa y Stolbizer anunciaban su renuncia a sus fueros parlamentarios: "si algo necesita la política es ejemplaridad", declaraban. Demagogia pura. No sólo porque los fueros son institucionales, es decir, no son personales sino porque en caso de existir una causa judicial, los fueros no impiden que se avance en el proceso. La inmunidad legal con la que cuentan los legisladores es de arresto. Por eso, la renuncia no pasaba de ser una nueva medida marketinera. A decir verdad, son las típicas maniobras de los llamados defensores de la transparencia para engañar al pueblo, de las que la candidata Stolbizer hace escuela.
Sobre el acuerdo con los buitres
Votó el acuerdo de Cambiemos con los holdouts. “La economía necesita conseguir dólares” y la única alternativa “es el endeudamiento”, afirmó.
Sobre Macri y Massa
"En el fondo, tanto Macri, como Massa y ni que hablar Scioli, son bastante parecidos y no hay muchas posibilidades de cambio con ellos”.
Sobre Felipe Solá
“Felipe tiene una importante trayectoria como gobernador y en mi caso el valor fundamental es la coherencia. La política necesita confianza y ejecución, pero coherencia por sobre todas las cosas”.
Sobre María Eugenia Vidal
"Acompañaré todas aquellas cuestiones que el futuro gobierno de Vidal necesite en esta primera etapa para fortalecerse".
Sobre Julio De Vido
“Hay que excluir a De Vido, no por falta de idoneidad moral (…) yo creo que la cámara tiene atribuciones para excluirlo de su seno por razones políticas, (es) una forma de sanear las instituciones”