El club de San Martín retorna a Primera A luego de 7 años. Con el empate 1-1 ante el campeón Argentinos Jrs. logró el segundo puesto que lo ubica en la próxima temporada en la máxima categoría.
El equipo dirigido por Walter Coyette tuvo que esperar hasta el último suspiro. Sufrido, pero con final feliz: el empate (igualdad de Salinas de penal, luego de que estuviera en ventaja Argentinos con gol de Cabrera) le alcanzó al “funebrero” para trepar a la A. Guillermo Brown de Puerto Madryn no ganó, empató sin goles ante Boca Unidos y no logró superar a Chaca.
Las gargantas de las tribunas del tricolor desataron una sinfonía de alegría y alivio: Chaca es de Primera, otra vez. Como debe ser, como mandata la historia a un club que tuvo el privilegio de ser uno de los pocos campeones de la máxima categoría del fútbol argentino; esa conquista del Metropolitano de 1969 obliga a Chacarita a volver.
Le quedó el grito atorado la fecha anterior cuando el empate con Chicago estiraba el suspenso de la definición del último ascenso hasta la fecha 46. Y como una metáfora anticipada, Chaca logra el objetivo un domingo, día de Primera por definición.
De la mano del temple del capitán Ré (ex Newell´s), de la solidez del arquero Trípodi, de la potencia goleadora de Rodrigo Salinas y el ritmo de Oroz, este Chaca arañó el ascenso y en el último momento logró treparse.
Salvo por momento de cierta irregularidad, hizo una campaña de campeón, pero quedó opacado por el Bicho de La Paternal. ¿Qué importa eso ahora, que Chaca es de Primera y sabe que lo esperan Boca, River y todo el fútbol grande de Argentina?
El longevo humorista Carlitos Balá se preguntará “¿Qué gusto tiene el ascenso?”; esta vez, después de 7 años, es dulce para la hinchada del funebrero.
