Finalizada con un cuarto intermedio la reunión entre el Gobierno nacional y las terminales automotrices, concesionarios y representantes sindicales, la presidenta Cristina Fernández repitió por twitter algunos de los más duros planteos realizados durante el encuentro.
La convocatoria apuntaba a garantizar la participación de las terminales en la continuidad del plan Procreauto. La imprevista duración de la reunión (casi tres horas) y el hermetismo de funcionarios y empresarios del sector automotor, así como la ausencia de anuncios de acuerdo, ya revelaban que se trató de un encuentro tenso.
Pero por si quedaban dudas, la Presidenta apuntó duramente contra Fiat. Acompañó sus twits con una una nota firmada por el apoderado de Acara (la cámara de los concesionarios), Eduardo Martín Goñi, en la que el directivo relata a la ministra de Industria, Débora Giorgi, que la automotriz envió a sus concesionarios una encuesta para que estos expresaran si estaban a favor o no de la continuidad de los créditos subsidiados Procreauto. También les pedía que expresaran los motivos. Entre los cuales figuran como alternativas para elegir “la complejidad administrativa” del plan, “demora en el otorgamiento de créditos”, la “competencia con planes de financiación propios”, es decir los de Fiat, o la “escasa repercusión” del programa.
En la nota, Goñi agrega que los concesionarios recibieron llamados de Fiat en los que se les indicaban que debían responder que estaban en contra del plan.
“La verdad, con esta nota
era suficiente para entender
qué está pasando”, afirmó Cristina Fernández.
La encuesta llevada a cabo por Fiat puso por escrito el escaso interés de las terminales en la continuidad del plan. Ocurre que no responde a las dos principales cuestiones que interesan a los empresarios: ajustar los precios de venta en el mercado local, y asegurarse el acceso a divisas así como el restablecimiento de un horizonte cambiario más certero. En criollo, nadie pide explícitamente una nueva devaluación, pero que les resolvería algunas incertidumbres, está fuera de duda.
El plan ProCreAUTO había validado de forma parcial los aumentos de precios que habían ocurrido después de la devaluación, ya que las “rebajas” apenas bajaron algunos puntos porcentuales a los precios que habían subido más de 10% en promedio. Ahora, el relanzamiento del plan podría venir con nuevos aumentos. En el encuentro no se habló de montos de aumento del precio de los 37 vehículos que están en el programa, “aunque sí puede haber algún ajuste”, admitió una fuente gubernamental.
Tras la pirotecnia verbal, el empresarios podrían terminar mañana con un acuerdo que, sin conformar plenamente sus aspiraciones, les otorgue bastantes ayudas para sostener la actividad en un contexto difícil. Mientras tanto, de las más de quince mil suspensiones no se habla. Pignanelli, que ayer no fue a la reunión, pareció darle la razón a las empresas cuando sostuvo que que en la actualidad "no les conviene financieramente" fabricar más vehículos en el país. |