De acuerdo con la investigación del Citizen Lab, los abogados defensores de derechos humanos relacionado vinculados con el caso Narvarte recibieron mensajes con enlaces vinculados al malware Pegasus entre septiembre y octubre de 2015.
Fueron los teléfonos de David Peña y Karla Salas los que fueron infectados con el malware espía, comprando por al menos tres dependencias del gobierno de Peña Nieto y comercializado por NSO Group.
Esta infección con Pegasus se produjo luego de que Peña y Salas asumieran como defensores de las víctimas del caso Narvarte –Rubén Espinosa, Nadia Vera, Yesenia Quiroz Alfaro, Mile Virginia Martin y Alejandra Negrete Avilés– y pusieran en cuestión la acción de las autoridades en el caso, que combinó feminicidios y el crimen contra el fotoperiodista.
Un caso relacionado con la violencia y la represión desatadas por el ex gobernador priista Javier Duarte en Veracruz, hoy detenido por desvíos millonarios de fondos y corrupción, pero contra quien pesan también acusaciones de ser responsable de crímenes de lesa humanidad.
Según el abogado David Peña, el caso Narvarte pudo ser motivo de espionaje “por su relevancia, por su complejidad y para saber qué sabemos nosotros ya que tiene implicaciones en Veracruz y con grupos de sicarios que operan en Ciudad de México”.
Hace poco tiempo, Citizen Lab había dado a conocer que el Grupo Interdisciplinario de Expertos que participó en la investigación sobre la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa también había sido espiado, así como periodistas, activistas y políticos de oposición.
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