Son 200 trabajadores de la planta 1 y 400 de la planta 2 de Delphi en Ciudad Victoria, Tamaulipas, los despedidos llevan de 1, 5, 20 y hasta 22 años trabajando en la planta.
Con este despido masivo ya suman mil obreros despedidos de la empresa Delphi. Esta vez, la empresa deja 600 familias en la calle por la cancelación de la planta de Ford que, hasta antes de las elecciones estadounidenses, tenía planeado instalarse en San Luis Potosí, cuestión que redituaría en la producción de la empresa Delphi.
Sin embargo, a inicios de año y frente a las amenazas del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, Ford decidió cancelar su millonaria inversión, cuestión que fue un duro golpe para el conjunto de la industria automotriz.
La mayoría de los despedidos comienzan a ser contratados en la empresa Kemet y otros tramitan su visa para poder trabajar en Estados Unidos. Después de este despido masivo Delphi se quedará con una plantilla de 6,500 trabajadores en sus dos plantas.
Despido masivo en medio de conflicto laboral
Este despido se da en el marco de un conflicto laboral por la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo entre el Sindicato Industrial de la Maquiladora y el Sindicato Gremial al Servicio de Plantas Maquiladoras, este último apoyado por la patronal, se niega a aceptar su derrota en la votación.
María Dolores Zúñiga, secretaria general del Sindicato Industrial de Maquiladoras, argumenta que la mayoría de los despedidos son simpatizantes de su sindicato en ambas plantas. Zúñiga tiene un peso muy importante en el centro del estado, ya que su sindicato controla los contratos colectivos de Kemet y estas dos plantas, sumando más de 5 mil obreros afiliados a su sindicato.
Pese a que la elección se realizó el pasado 27 de abril, es hasta el 10 de agosto cuando la Junta Local de Conciliación y Arbitraje emitirá el fallo a favor alguno de los dos sindicatos que mantiene la disputa desde finales de abril.
Sin embargo, pese a que uno de los sindicatos es apoyado por la patronal y el otro se vio afectado porque despidieron a cientos de sus simpatizantes, ambos no mueven un solo dedo para frenar los despidos. Dolores Zúñiga se ha limitado a intentar ubicar a los despedidos en Kemet, de nada sirve el peso que tiene su sindicato porque Dolores se dedica a administrar el sindicato y no a utilizarlo como herramienta de combate para frenarle la mano a los patrones.
En medio de un duro golpe que deja mil familias en la calle, se va configurando un escenario difícil para los trabajadores, quienes a su vez ven en estos despidos la antesala a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que pinta un futuro negro para miles de trabajadores de distintas industrias. | 
