El Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) difundió ayer un informe que registró la inflación de julio, y qué sucedió con los salarios reales y las jubilaciones.
La inflación de julio alcanzó el 2 %, y en términos interanuales trepó al 24,2 %. Las mayores subas del mes correspondieron a los rubros Esparcimiento (4,7 %), Indumentaria y Calzado (3,3 %), Salud (2,7 %), y Transporte y Comunicaciones (2,5 %).
La suba de precios no da tregua y la meta oficial de inflación del 17 % ya es una ilusión. Los mismos funcionarios del Gobierno reconocen que no se cumplirá. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró que "la inflación está bajando" aunque "es difícil que se llegue a la meta" y prometió que en 2019 "va ser de un dígito". En sintonía, Francisco Cabrera, ministro de la Producción, sostuvo con respecto a la meta de inflación “honestamente creo que no vamos a llegar, vamos a estar en torno al 20 %.
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La contracara de la inflación es el golpe al bolsillo. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó que los salarios le ganarán por goleada a la inflación, pero los datos relevados por el IET desmienten al funcionario. El documento calculó que el salario real formal fue en julio 7,5 % menor al de noviembre de 2015, observan una recuperación parcial en el segundo semestre del año pasado, pero en 2017 volvió a descender en la comparación mensual.
El informe proyectó que en 2016 el salario real formal bajó 5,4 % interanual, mientras que en 2017 sólo subió un 2 %. Este leve aumento es lo que quiere presentar el Gobierno como una recuperación del poder adquisitivo para la foto electoral, pero se olvida de lo que perdieron los trabajadores en 2016. Lo que se perdió ya no vuelve. IET destaca que “el partido va 5-2, ganando la inflación”.
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Inflación por sectores
La suba de precios no afecta a todos los sectores por igual. La inflación de julio interanual fue más intensa en los deciles de bajos ingresos relativos porque son los que asignan más porcentaje de sus ingresos a los alimentos y servicios públicos.
Para el primer decil, que representan al 10 % que tiene menores ingresos, la inflación interanual fue del 27,2 %, mientras que para el decil 10, el 10 % que percibe mayores ingresos, fue de 23,1 %.
El informe revela que desde noviembre de 2015, la inflación acumulada del primer decil (sector con menores ingresos) de los asalariados formales fue del 79,6 %, 19 puntos más alta que la del decil 10 (sector con más ingresos), que llegó al 60,5 %.
Jubilaciones deterioradas
IET realizó una estimación de la inflación para los jubilados ya que la canasta de consumos es diferente al resto.
La inflación de julio para los jubilados fue de 1,5 %, y en términos interanuales llegó al 25,9 %. Este mayor porcentaje es producto que los precios correspondientes a la salud y los servicios públicos, que tienen mayor peso en su canasta de consumos, aumentaron por encima de la mayoría de los productos y servicios desde 2015.
En 2016 el poder adquisitivo de la jubilación media se derrumbó un 8 %, y a marzo de este año estuvo 5,4 % por debajo del promedio de 2015. Es decir la recuperación no llegó para los abuelos.
En la actualidad se estima que hay 4 millones de jubilados y pensionados nacionales que cobran el haber mínimo, que hoy ronda los $ 6.394, y que más del 70 % de los jubilados percibe entre $ 6.400 y $ 12.000 cuando la canasta básica de un jubilado en mayo fue de $ 16.137, según una medición del área de Tercera Edad de la Defensoría porteña. Es decir una gran mayoría no puede cubrir sus necesidades básicas.
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A pesar de las afirmaciones del Gobierno, el resultado de la pelea salario versus precios da como ganador a los precios. Las paritarias, si bien por la lucha de varios sectores como docentes, aceiteros, entre otros, rompieron el techo inicial del 17 %, que quería imponer Cambiemos, no lograron recuperar la destrucción del poder adquisitivo de los salarios del 2016.
El marketing electoral de Cambiemos contiene frases optimistas, así repiten y difunden “trabajando juntos”, "el cambio que está llevando adelante la provincia", "sí, se puede" y "felicidad", pero este combo de expresiones no alcanzan para tapar la realidad que viven millones de trabajadores y sectores populares. La salida es por izquierda.
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