El jueves 3 de agosto Sonia Apaza, trabajadora de La Paz Limpia, mientras barría en los barrancos de la zona de Huacataqui (camino a la Ceja) de la ciudad de La Paz sufrió una caída, arrastrándose cabeza abajo alrededor de diez metros hasta que uno de sus compañeros de trabajo logró detenerla agarrándole los pies. Sonia al igual que muchos de sus compañeras y compañeros de trabajo no cuenta con las mínimas condiciones laborales, en este caso, ni siquiera con implementos básicos (casco, botas especializadas y sogas, entre otros) para realizar sus labores.
No fue inmediatamente al hospital, el supervisor Vidal, la mandó de vuelta a casa en la ciudad de El Alto para que recoja sus documentos personales y pueda acceder al servicio de salud. Ante esto un trabajador nos comenta que la empresa podía haber presentado la copia de los documentos del seguro por ser una emergencia hasta que lleguen los papeles de la accidentada. La empresa LPL, un par de días antes que ocurriera el accidente, le otorgó el acceso al seguro de salud.
Después de horas logró internarse. Sonia comenta que la enfermera al ver el estado en el que se encontraba le dijo ¿porque no vino antes?. Esa misma noche y ya internada, el supervisor Vidal la llamó y en tono amenazante preguntó por la doctora que la estaba atendiendo. Como era de esperarse, ni el supervisor y ningún personero de LPL se acercaron a ver la situación de la trabajadora.
Luego de unos días y gracias a la denuncia de sus compañeros de trabajo, se acercó al hospital un representante del Ministerio de Trabajo, quién constató gracias al relato de la trabajadora, la falta de materiales necesarios y las condiciones precarias en las que están sometidos los trabajadores para el recojo de basura en estas áreas peligrosas de las laderas y barrancos de La Paz.
Ayer en la noche desde La Izquierda Diario nos comunicamos con Sonia Apaza, quien nos informó que la empresa le dijo que volverá a trabajar en el mismo sector de trabajo. Le preguntamos a Sonia sobre el informe médico y comentó que pese a que la doctora le dijo que no tiene heridas profundas ella continúa dolorida.
Sonia Apaza fue despedida a comienzos de este año y estuvo luchando junto a sus compañeros y compañeras alrededor de tres meses por su reincorporación. A fines de abril retornó a sus actividades, pero la empresa La Paz Limpia la cambió de sector; fue trasladada del barrido en el área central de San Pedro a las laderas y barrancos de la ciudad de La Paz.
Yo quisiera que vayan a ver a todos mis compañeros, están en los ríos, en los barrancos
Son las palabras de Sonia al referirse que la mayoría de las y los trabajadores que lograron la reincorporación fueron re-ubicados en los lugares de trabajo más peligrosos.
Hoy las y los trabajadores continúan sufriendo vulneración a sus derechos y violación de su fuero sindical a la cabeza de su máximo dirigente Modesto Yupanqui.
El caso de Sonia se suma a varios accidentes de trabajo que suceden constantemente en la empresa, producto de la precariedad laboral, y que muchas veces no son denunciados por temor a ser despedidos, algunos casos que salieron a la luz pública son de Graciela Guarachi y Clementina Nacho.
La precariedad laboral a la que somete la empresa La Paz Limpia a las y los trabajadores de aseo urbano se contrasta con modernos carros de basura, nuevos contenedores y máquinas barredoras que estas semanas exhiben a la población paceña. |