Hermes Binner hace su campaña con el slogan “un país normal”, pero en la provincia de Santa Fe la política educativa es de un ataque permanente a la educación pública. A principios de año impulsaron una reforma curricular del nivel superior que recorta contenidos, son sucesivos los aumentos del boleto, existe una amplia deserción escolar, la precarización de los jóvenes docentes es regla y ahora ponen directivos “reorganizadores” a dedo. Evidentemente lo normal para las autoridades del ministerio de educación es tender a la privatización y el ajuste, para que los docentes y futuros docentes paguemos una crisis generada por ellos. Haber realizado un corte de ruta en una de las regiones obreras más importante de la provincia, es muy significativo. Estuvieron presentes, el Centro de Estudiantes del Instituto 24 de Villa Gobernador Gálvez, la Juventud del PTS del Instituto Olga Cossetini de Rosario, el Partido Obrero, MST, Movimiento Evita, entre otras organizaciones.
Como ya informó La Izquierda Diario, este conflicto se desató por el rechazo a los nombramientos espurios de las actuales directoras “reorganizadoras”, exigiendo una designación democrática ya que la anterior dirección fue sumariada por haber hecho desaparecer el dinero para el edificio único, actualmente los alumnos cursan en un predio del batallón de la policía que cuenta en su haber con un oscuro pasado, han sufrido el paso de profesores ligados a la dictadura, como Raúl Pangia y José Luis Méndez. Todo esto ocurrió con el aval de las distintas gestiones ministeriales de la Provincia de Santa Fe, permitiendo que estos personajes disfruten de la jubilación estatal.
Consultamos por la historia del instituto a Agustín Romey, estudiante de la institución: “La historia del 22 podría muy bien definirse en algo que dijo W. Benjamin ´de cada monumento de cultura se esconde un monumento de barbarie´. Sí, efectivamente esta institución formadora de formadores oculta la historia de la barbarie, que haya funcionado como el reducto para blanquear a personajes de la dictadura es su prueba objetiva. Es lo que decidimos romper con nuestra lucha, que si bien hoy nos convoca por una cuestión más urgente: la demanda del edificio, el impulso para que se investigue la gestión anterior, la destitución arbitraria de las directoras reorganizadoras que nos impone el Partido Socialista y sus prácticas, también romper con ese pasado, sacarlo de la fosa del olvido y que se vuelve energía y vida para el presente. Creo que es la mejor manera de recordar a los caídos de los 70, no de manera romántica (que siempre es conservadora y nostálgica) sino de manera militante con perspectivas para el aquí y ahora”.
El Ministerio de Educación respondió a este reclamo vía el Diario La Capital con un comunicado que plantea “La intervención de una institución es una competencia de la cartera provincial, y la designación de los directivos organizadores no implica nombramiento alguno, por lo que cumplen funciones hasta que la institución sea ordenada en lo pedagógico como en lo administrativo. Es temporario, cuando se cumplan objetivos mínimos que debe llevar adelante una institución de estas características, se termina con la reorganización para sí nombrar por escalafón a los directivos”.
El tinte de esta respuesta demuestra lo brutalmente autoritario que es el Ministerio de Educación, que no hace más que dar nuevos argumentos a los estudiantes y docentes para continuar con el reclamo.
Así mismo, el Secretario General del Centro de Estudiantes, Emmanuel Retamal nos indicó, “Siguiendo con la línea arbitraria del gobierno, el día miércoles 3 realizamos una asamblea y el secretario de la institución también designado a dedo, tuvo una acción de vigilancia y control ya que se abocó a fotografiar a los docentes y alumnos que estábamos presentes. Luego constatamos que a las pocas horas esas fotos fueron derivadas a instancias ministeriales.”
Para finalizar agregó “Muchas personas se solidarizaron con nuestra lucha, como es el caso de las maestras y padres de la escuela 1014 donde se demolió en su totalidad el comedor de los niños de la primaria, porque allí se iba a construir nuestro edificio. Ahora ellos tienen que comer en la biblioteca. Es terrible. Por eso nuestro reclamo esta unificado con el conjunto de la comunidad educativa”
Gran parte de los estudiantes del instituto son trabajadores e “hijos del Cordón Industrial”, es por ello que levantar éste reclamo significa pelear para que no se siente un precedente nefasto de intervención política a las instituciones terciarias, y a la vez enseña al cordón industrial más importante de la provincia que para pelear por los derechos de los estudiantes y trabajadores hay que salir a las calles unificados. Este conflicto sigue abierto y se seguirán realizando acciones de denuncia. |
